El mitin de
Inca
El pasado domingo día 15 se celebró en Inca un
importante Mitin organizado por la Sociedad de
obreros zapateros “La
Justicia”.
De Palma y en representación de “La
Igualdad”, asistieron los compañeros
Simón Fullana y
Lorenzo
Bisbal. A las cuatro de la tarde empezó el
acto el cual estuvo presidido por el Presidente
de “La
Justicia” compañero Juan Puig, el cual
declaró que la Junta Directiva había tomado el
acuerdo de celebrar un acto para propagar las
ideas de asociación de los obreros zapateros de
Inca. Saludó a los representantes de “La
Igualdad” de Palma como también a los
compañeros Corcero, Salvá y
Bauzá que asistían al acto. Seguidamente
concedió la palabra al compañero, Secretario de
“La
Justicia” Antonio Bestard: el cual explicó
los motivos que había tenido la Junta Directiva
para celebrar el acto, puso de relieve la
necesidad de engrandecer la Sociedad, haciendo
un llamamiento al compañerismo de los zapateros,
para que se asocien, para de este modo obtener
mejoras morales y materiales.
Baltasar Corcero dijo que no sería muy largo,
habéis de tener en cuenta dice que los patronos
buscan los débiles para que traicionen a sus
compañeros. Pidió la unión de todos pues si los
patronos os ven unidos ya veréis como no serán
los más fuertes.
Cosme Salva comenzó diciendo que asistía como
invitado, que el asunto de la asociación estaba
muy tratado, que la asociación no consistía
solamente en ser socio y pagar, pues hay que
instruirse, hay que hacerse fuertes. Los obreros
sienten afición para espectáculos como las
corridas de toros y todo lo que constituye
Barbarie y terminó aconsejando la unión.
Simón Fullana, dijo, en primer lugar os
saludo en nombre de los compañeros de Palma los
cuales a pesar de que allí están en cuerpo, en
espíritu están con vosotros pues sienten las
mismas ansias de redención que sentís vosotros.
En segundo felicitó a la Junta Directiva de “La
Justicia” por el acierto en celebrar este
acto. Dijo que los obreros no comprenden la
necesidad que tienen de estar organizados. Los
patronos cuando encuentran un débil le hacen
creer que en la Sociedad no se aprende nada
bueno, que hay vividores, que las huelgas solo
sirven para perjudicar a los trabajadores. Todo
esto lo dicen pero no lo sienten porque ellos
saben que el obrero en la Sociedad se instruye y
se capacita lo cual a ellos no conviene.
Aconsejó la unión de todos los zapateros para de
este modo hacer frente a la clase patronal.
Lorenzo
Bisbal comienza diciendo que toma parte en
nombre de “La
Igualdad” de Palma.
Dice que los obreros tienen que desechar la idea
de que el estar asociado solamente consiste en
pagar diez céntimos y cobrar un real, pues
obreros que así piensan no son convencidos. Dijo
que estaba enterado de que varios zapateros de
Inca tenían la manía del orgullo en ser mejores
oficiales y que esto estaría bien siempre que
ganaran mucho más pero que era todo lo
contrario, pues lo mejores eran los peor
retribuidos. Manifestó que la industria del
calzado estaba en unas circunstancias que si
eran aprovechadas podrían ser fructíferas. Es de
lamentar dijo que un pueblo como Inca que sabe
trabajar, cobre a tan bajo precio. Se extiende
sobre la conveniencia de que los obreros se
asocien pues todo en la vida responde a la
asociación y los obreros por su incultura son
los únicos que se apartan de ella. Termina
diciendo que la asociación no solamente sirve
para obtener mejoras, miro que tiende a algo más
grande pues tiende a redimir a la humanidad.
Jaime Bauzá, dice que después de todo lo que se
ha dicho no cabía decir nada más, pero que se
hablaba mucho de asociación sin entenderla, hay
que saber lo que se lleva entre manos, hay que
saber aprovechar la asociación.
El orador se extiende en largas consideraciones
sobre las cuestiones que atañen de cerca de la
clase obrera.
Dice que ha estado en Francia y que allí a pesar
de que los obreros están gobernados por la
burguesía, sienten un poco más de bienestar.
Habla de la imposibilidad que tiene la clase
obrera de poder vivir con lo que gana, pues dice
que no es raro que en Palma se vea a la clase
obrera anémica y sin alientos para nada. Terminó
diciendo que el único camino era la asociación.
El Presidente dio las gracias a todos y dio por
terminado el acto.
Núm. 769, 28 de octubre de 1916
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