DE INCA – Efectos de una injusticia El viernes, día 3 del que cursa, fueron puestos en libertad los cinco compañeros Andrés Paris, Miguel Ferrer, Lorenzo Gelabert, Pedro Jener y Antonio Torrens. Estos compañeros llegaron a Inca a las ocho de la noche en automóvil, y todo el pueblo en masa fue a recibirles, siendo imposible describir la prueba de simpatía de que fueron objeto. Al llegar al Centro Obrero salieron los cinco al balcón y Ferrer dirigió la palabra al pueblo, saludándole en nombre propio y de sus compañeros, y notificándole que no les espantan cárceles ni castigos y que siempre están dispuestos a luchar por la justicia y a combatir la maldad. El pueblo demostró de manera bien potente, su odio contra los que viven del trabajo ajeno, contra los atropellos que cometen constantemente todos los tiranos con los productores, contra esa represión, esa obra nefasta, de locos y malvados la cual cada día se generaliza más como si el terror fuese la última esperanza de los tiranos para frenar la marcha del progreso que avanza arrolladora hacia la igualdad de derechos y deberes. Los capitalistas, con su cúmulo de atropellos, torturas y demás procedimientos feudalistas e inquisitoriales, empleados contra los hombres que se rebelan de sus injusticias, que no se suman a la obra de hipócritas, malvados, degenerados, no lograrán acallar el clamoreo de los oprimidos, sino que miren el ejemplo de Barcelona, que encarcelando, asesinando, atropellando y clausurando los Centros obreros, apoyada la clase patronal por el Gobierno que dispone de todas las fuerzas de las armas, no obstante esto ha fracasado. El obrero ve claramente que vuestro instinto de clase es el origen de todo el mal social y está en camino de desaparecer. En las reuniones que tenéis, cada acuerdo que toméis es un crimen para la humanidad, porque siempre acordáis en contra del que produce y nada posee usurpándole todos los alimentos que podéis y no les matáis de hambre porque no os conviene puesto que después no trabajaría, pero le colocáis en una situación tan crítica que carece de todo lo indispensable a la vida como es, pan, instrucción y ropas con que vestirse, convirtiéndole en un burro de carga. Peros se ha presentado la razón y desaparecerá la injusticia. La revolución social hace sufrir ya sus efectos a todas partes. La Paz, unión y fraternidad va surgiendo y abolirá las clases, Patrias, Religiones, tiranos, Gobiernos, todo se convertirá en una clase, la humanidad libre y feliz Antonio Bestard Inca, Octubre 1919 CULTURA OBRERA nº 10 18 de noviembre de 1919
|