1918 – En al Ayuntamiento

Sesión de ayer – No se concede el solar para la Casa del Pueblo – Manifestación callejera

A las siete menos cuarto abrió la sesión, ocupando el sillón presidencial, el Alcalde señor Martínez.

En los escaños había los concejales señores Obrador, Trián (don Juan), Alemany, Bibiloni, Carrió, Barrera, Pou, Bisbal, Mas, Aguiló (don Cayetano), Llabrés, Corbella, Fons, Muntaner, Barceló y Caimari, Moner, Villalonga, Aguiló (don Juan), Solá, Alorda, Trián (don Miguel), Suau, Barceló y Mir, Llompart, Coll, Oliver, Font y Arbós, Quetglas y Rover.

Fue aprobada el acta de la sesión anterior y varias cuentas.

Secretaría

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La Casa del Pueblo

Se dio cuenta del dictamen de la Comisión de Fomento, contestando a las peticiones de varias entidades que piden solares para la edificiación del respectivo local social, y de varios votos particulares.

Un voto particular de los señores Fons y Moner deniega todas las instancias, basándose en razones de orden económico y otras de orden político, por el ejemplo que dan en España las Casas del Pueblo, que son baluartes de las izquierdas avanzadas.

El dictamen, firmado por los señores Bisbal, Trián (don Juan), Alorda y Alemany propone conceder el solar para la edificación de la Casa del Pueblo, que pidió la Federación de Sociedades Obreras, pues lo pidieron con la condición de que quepan en ella todas las sociedades obreras, sean del carácter que sea, y que el Ayuntamiento conserve la propiedad del solar y el patronato de la Casa del Pueblo.

El señor Fons uso de la palabra para defender el voto particular por el firmado.

Comenzó preguntando al señor Bisbal si podía discutirse con toda serenidad y calma y sin que fuera la libertad de los concejales coartada por la actitud del público.

El señor Martínez dijo que la presidencia cuidaría de amparar al señor Fons; contestando éste que no se había dirigido en primer término a la Alcaldía porque aún cuando tenía este deber, en algunas ocasiones había resultado incapaz para ello.

El señor Bisbal se manifestó dispuesto a discutir con toda la serenidad y partidario de que todos los concejales pudieran sustentar sus opiniones sin coacción ninguna y que el público tenía su campo de acción en las elecciones y añadió que celebraría que los demás concejales cedieran a razones, como él estaba dispuesto a hacerlo.

El señor Fons agradeció las palabras, ya por él esperadas, del señor Bisbal y entrando de lleno en la defensa de su voto particular dijo que les habían movido a firmarlo consideraciones de carácter político en primer término ya que se trata de una petición de carácter político, cuyas razones es suficiente recogerlas, pues flotan en el ambiente; y además razones de carácter económico, pues los solares de que se trata no son en realidad propios del Ayuntamiento sino que los ha de pagar, pues están sujetos a una liquidación final con el ramo de Guerra, aunque para orillarlo alguien indicó el sistema de que el Ayuntamiento comprara el solar y lo regalara.

Otras razones habríamos hallado para defender nuestra opinión, añadió, pero bastan las citadas para ello y mucho más las consideraciones de carácter político, pues por experiencia sabemos que las Casas del Pueblo fundadas en un anhelo de espíritu de asociación, han venido a parar en centros en que se predica la destrucción de todo cuanto significa el orden y las instituciones y en que viven unos ideales contrarios a todo cuento siente el partido a que pertenezco.

En todo cuanto espero que no habrá visto el señor Bisbal la menor censura contra la proposición lógica, adecuada, de las sociedades formadas por aquellos individuos que tuvieron el acierto de elegir al señor Bisbal para jefe y representante suyo.

Lamentó después que la minoría liberal amparase con sus votos la concesión de un solar en que se ha de edificar un local de donde tal vez saldrán algún día gritos que no entran en el credo del partido liberal. Indicó tal vez que llo podría ser debido a alucinación, a sorpresa que él no quería creer y dirigiéndose al Alcalde le dijo que aunque Alcalde popular no dejaba de ser liberal monárquico y que el partido liberal monárquico no podía con su voto contribuir a la creación de un centro socialista 

El señor Martínez dijo que por lo visto el señor Fons se había erigido en mentor de la minoría liberal y a ello contestó el señor Fons que no era éste su propósito, pero que así debía ser cuando el Alcalde había tomado para sí la lección.

El señor Alemany dijo que en el dictamen de la Comisión la minoría liberal había emitido su voto con toda libertad y razón y que la construcción de una Casa del Pueblo creía que estaba en el credo del partido liberal.

El señor Bisbal empezó diciendo que el discurso del señor Fons habíase basado en razones tales que no podía accederse a ello, pero que no creía que fuera así.

Ha invocado el señor Fons, continuó, razones de carácter económico, como las de que en estos tiempos es necesario hacer economía y de este modo se defienden los intereses del Municipio.

¿Pero como va a creer el pueblo en esta recta administración de los fondos comunales, cuando ha podido ver que este Ayuntamiento ha realizado un empréstito de dos millones de pesetas para la compra de aguas sin que hubiese un proyecto de canalización ni propósito de ello y que cuestan cien mil pesetas anuales de intereses.

¿Cuándo ha visto que se pagaban de este empréstito 74.000 pesetas a un abogado por sus minutas del pleito, 45.000 a un ingeniero por un trabajo de proyecto de canalización y 30.000 al arquitecto municipal por su proyecto de reforma interior?

En cuanto a las razones de carácter político sostuvo que la Federación de Sociedades Obreras, peticionaria del solar, no tiene carácter político, leyendo al efecto un artículo del reglamento de las misma en que así consta, y añadido que los obreros pertenecientes a la misma tienen distinto carácter político y religioso, invitando al señor Fons a que probara su aserto de que la Casa del Pueblo ha de ser foco político, por cuanto el dictamen dice que se concederá el solar para edificar una Casa del Pueblo en que han de tener cabida todas las sociedades obreras sin bandería política determinada.

Respeto a las cuestiones legales recordó que el mismo caso había para conceder el solar para la Escuela Graduada y el Ayuntamiento halló el modo de concederlo y del mismo modo podría hacerse ahora, y añadió que si ahora se niega se sentará un precedente que impedirá al Ayuntamiento ceder el solar para edificar la Casa de Correos.

Termino diciendo que la clase obrera pedía algo merecido por ser la más trabajadora y la que produce más y que al paso que esto se niega se conceden subvenciones a entidades de bandería política determinada.

Rectificaron brevísimamente los señores Fons y Bisbal y habló luego el señor Suau.

Comenzó el exalcade conservador por suscribir el discurso del señor Fons y recordó que ya advirtió al señor Bisbal que él seria en muchos casos un amigo, pero en otros un enemigo leal, como en este asunto.

Dijo que no era punto de discusión apelar al más eres tú y defendió el empréstito de las aguas recordando que fue de él partidario y lo aprobó el

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El señopr Barceló y Mir propuso que antes de votar la concesión del solar emitiera dictamen sobre la parte económica la Comisión de Hacienda; a lo cual se opuso el señor Suau.

Pasado a votación el voto particular de los señores Fons y Moner fue aprobado por 20 votos contra 10.

El señor Martínez explicó su voto contrario al voto particular, manifestando que al hacerlo dejaba a un lado toda cuestión política y que lamentaba que el donante hubiera condicionado su ofrecimiento, deteniéndose ante un puñado de dinero.

El señor Pou dijo que creía que no se había detenido el donante ante tal cosa y que seguramente la edificación de la Casa del Pueblo se llevaría a cabo; y que lo que perseguía el donante era que el Ayuntamiento compartiera el beneficio que concede a los obreros y tuviera el patronato de la Casa del Pueblo.

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Al acabar la sesión, el público que había asistido a ella se estacionó en la plaza de Cort, prorrumpiendo en silbidos al salir algunos de los concejales que habían votado en contra de la concesión del solar para la Casa del Pueblo.

Los grupos de manifestantes más ostensiblemente contra el ex – alcalde conservador señor Suau, al que siguieron por las calles de Jaime II y San Miguel, prorrumpiendo en silbidos.

Los manifestantes se dirigieron por el Mercado, donde la guardia municipal y la policía les cerró el paso, disolviéndolos.

LA ALMUDAINA

19 de marzo de 1918