1919 – Mitin societario

Ayer mañana se celebró en el Teatro Balear el anunciado mitin organizado por la Casa del Pueblo para tratar de las huelgas pendientes.

La concurrencia fue de algunos centenares de personas y ocupó la presidencia don Miguel Porcel que dio cuenta de que la reunión había sido convocada para demostrar solidaridad con los huelguistas carpinteros y alfareros. 

Hizo historia de la huelga y justificó la demanda de aumento de salario por la situación económica en que se encuentran los obreros, cuyo jornal no es suficiente a cubrir sus necesidades.

Refirió la entrevista con los patronos que no consiguió solucionar el conflicto y luego las gestiones realizadas por el Gobernador y los obreros, de lo cual ya tienen noticia los lectores; así como de la contestación definitiva dada por los patronos.

Hizo presente que el trabajo de los carpinteros, comarado con el de los otros oficios, está mal pagado.

El compañero Mas, repartidor de periódicos, dijo que los burgueses venían a enriquecerse a Mallorca porque el salario de los obreros es cortísimo.

Termino diciendo que la sociedad que representaba estaba al lado de los huelguistas.

El compañero Font, de la Unión Algodonera, se adhirió en nombre de dicha entidad a la huelga.

Criticó duramente la actuación gubernamental española, tanto desde hace siglos como en la actualidad, sobre todo lo referente a Marruecos.

Abogó por la unión de los trabajadores para laborar en beneficio de la clase.

El compañero Colom, de los curtidores, censuró a los patronos por no acceder a las pretensiones obreras y de un modo particular se refirió a los patronos carpinteros, que dijo debían seguir el mismo camino que los patronos de Cataluña y del resto de España. 

Abogó por la solidaridad de todos los trabajadores para apoyar a cualquier núcleo huelguista.

El compañero Ferretjans, albañil, recordó el paro efectuado hace años, cuando la venida de los inspectores de Hacienda, para defender los intereses patronales y ahora deben de hacer lo mismo para defender los intereses obreros.

En términos violentos censuró a la Unión Industrial y ofreció a los huelguistas el apoyo decidido del gremio que representa.

El compañero Femenías, de la Juventud Socialista, justificó la razón de los carpinteros al solicitar aumento de jornal para hacer frente a las necesidades de la vida y puso en parangón que los patronos que han pagado sin regatear el aumento de precio de la madera se niegan a la petición obrera, y dijo los patronos nada hacen por resolver la huelga porque creen que los obreros llegarán a sucumbir por el hambre. 

Se adhirió al movimiento bolchevikista ruso y tributó un aplauso a Lenine y Trotsky y brindó a los jóvenes a que se alisten en la Juventud Socialista, diciendo que lo mejor que podrían hacer los carpinteros sería emigrar e ir a trabajar fuera de Mallorca.

El compañero Valls, de los metalúrgicos, en nombre de éstos, se puso al lado de los huelguistas carpinteros y alfareros.

El compañero Torres, alfarero, dijo que no estaban en huelga, sino que habían sido despedidos por el hecho de pertenecer a una sociedad de resistencia.

Dijo que la clase trabajadora debe ir haciendo peticiones hasta que logre con su jornal cubrir sus necesidades.

El compañero Negre, de los zapateros, dijo que hablaba en sustitución de Lorenzo Bisbal, que se encuentra enfermo.

Defendió como justas las peticiones de los huelguistas e invitó a todos los trabajadores a que ayuden económicamente a los huelguistas, en vez de declararse ellos en huelga, a fin de que no se cumplan los deseos de la clase patronal de una huelga general, dominada por la fuerza pública.

Terminó recomendando orden hasta que llegue el momento de adoptar una determinación para la cual están preparados.

El señor Carpena anunció para el próximo domingo una conferencia sobre subsistencias, a la cual invitó a todos.

Cerró el acto el compañero Porcel, diciendo que los tres factores que arruinan al obrero son la Cámara de Comercio, la Cámara Agrícola y la Unión Industrial.

Dijo que muchos patronos carpinteros son tan pobres como los obreros y si accediesen a la petición obrera su propio conflicto estaría resuelto.

Abogó por la unión de la clase trabajadora para defender sus intereses, pues de nadie puede esperar defensa.

Defendió el bolchevikismo ruso y culpó a la diplomacia secreta y al militarismo de la guerra mundial, negando a éstos derecho a oponerse a la revolución social, que quiere establecer la paz y fraternidad mundial.

Con ello terminó el acto, en el transcurso del cual cosecharon los oradores nutridos aplausos.

LA ALMUDAINA

13 de enero de 1919