1920 –  Engañando siempre

 

Con motivo de los ridículos aspavientos lanzados al aire estos últimos días por los socialistas de la Casa llamada del Pueblo, (por burda ironía) sobre ciertas enérgicas actitudes, se ha propalado, entre los obreros a sus órdenes, que de declararse la huelga general, los sindicalistas traicionarían el movimiento.

 

Que poca vergüenza y que tragaderas las de estos bichos; dicen esto cuando están plenamente convencidos que nosotros somos los más ardientes defensores de la causa obrera, pero lo que les tiene más cuenta en  su tarea de hacer perdurable el servilismo de la pobre gente que acaudillan y explotan, es darles a entender que los sindicalistas somos enemigos de los explotados.

 

No creáis trabajadores, tales supercherías; estad tranquilos que en caso de huelga no os faltará nuestra más decidida cooperación.

 

Lo que no harán los sindicalistas será hacer degenerar en bufo sainete lo que debiera convertirse en seria tragedia.

 

A su debido tiempo ya hablaremos de las indignidades que están cometiendo los falsarios socialistas

 

CULTURA OBRERA nº 49

17 de julio de 1920