1923 – Casos y cosas

 

El Presidente del Patronato de la nueva Casa del Pueblo, ahora nos ale en que los Sindicalistas no queremos ir a dicho local por temor a la unidad obrera y a que una imprevista sorpresa quebrante nuestros principios.

 

No, compañeros socialistas, no pueden temer a la unidad obrera quienes ponen por condiciones, que se retiren, tanto de la escritura como del reglamento, los obstáculos que impiden sea factible dicha unidad; sino los que aceptaron ser parte de un patronato como el que impone la escritura, y por añadidura fabricaron un reglamento como el que nos ocupa, el cual impide tal propósito.

 

No pueden temer los sindicalistas al quebranto de sus principios, por cuanto siempre han provocado la controversia y han dado tribuna libre en todos los actos que han celebrado; los que lo temen son los que hacen todo lo contrario.

 

En cuanto a lo de “quién va contra la verdad muere” de ser cierta esta afirmación, ¡Cuánto tiempo haría que no existiríais en el mundo de los vivos!

 

Nosotros no tenemos las pretensiones de ser los únicos poseedores de la verdad, y por lo tanto, sin perjuicio a equivocarnos, creemos que se hará entrega del nuevo edificio a cinco individuos del Partido Socialista, y que se inaugurará, sin modificar el reglamento, aún que solo vayan a la nueva Casa del Pueblo dicho Partido y alguna entidad que pueda arrastrar, precisamente por la cuenta que les tiene.

 

Ahora, al tiempo.

 

   CULTURA OBRERA nº 208

   11 de Agosto de 1923