Luy y las tradiciones interesadas Pep Vílchez

Según una larga tradición fue Túbal, nieto de Noé e inventor de la música al escuchar los rítmicos golpes de su hermano herrero, el primer “español”, el primer poblador de la península ibérica. No obstante, uno siente más cercana la presencia de Lucy de la cual da testimonio aquel fósil de pequeña hembra de hace más de tres millones de años hallado en Afar –Etiopía-  por Donald Johanson en 1974 mientras sonaba la brillante pieza musical de los Beatles  Lucy in the sky with diamonds  a través de un transistor. La presencia de Lucy, hace tres millones de años, contradice de manera flagrante todas y cada una de las tesis creacionistas tan en boga en la lejana Norteamérica aunque rompa con múltiples y variadas tradiciones. Pero la tradición, es la tradición. Las creencias de las gentes pasan a ser reales como tales creencias aunque su base existencial sea nula. Y esa realidad manipulada pasa a ser políticamente rentable para los constructores de mitos y falsas referencias culturales. Nuestra realidad esta llena de falsas ocurrencias ideológicamente rentables.

No deja de dejarnos perplejos el hecho de que sea más real la remota existencia de la Australopithecus afarensis que la más que dudosa presencia en suelo hispano de Santiago Apóstol allá por el año cuarenta de nuestra y, por tanto, la inverosímil virginal aparición en el pilar zaragozano.

Para el desmonte de tradiciones interesadas y análisis riguroso de los sucesivos inventos mitológicos que acompañan al surgimiento del “nacionalismo español” es muy recomendable una atenta lectura de Mater Dolorosa, obra en la cual José Álvarez Junco  nos ilustra de manera rigurosa sobre los avatares de la construcción del mito nacional español el cual, como todos los mitos nacionales, está repleto de fantasiosas construcciones interesadas cuyo objetivo es la articulación de un imaginario colectivo sustentado sobre bases ficticias o inventadas.

Así, también, no deja de ser ridículo que la existencia de un homínido hembra de más de tres millones de años sea más creíble que la inventada tradición de los consistorios palmesanos del PP de romeriales procesiones desde Cort hasta el Monasterio de La Real presididas por concejales, asesores y demás cargos de “confianza” populares con el único fin de reinventar la tradición con el objetivo de adueñarse de los sentimientos religiosos de los ciudadanos aunque sea a costa de infligir escarnio a los sufridos habitantes de los alrededores de Son Espases.

Palma. 8 de agosto 2007

Pep Vílchez