El caimán es un reptil propio de los ríos de
América. Pero, de manera figurada, caimán también se denomina a una
persona que con astucia y disimulo procura salir con sus intentos.
Otra acepción también nos puede valer para significar un ser abyecto
y perverso. En este sentido recuerdo que Radio España Independiente
- "estación pirenaica" - solía denominar al ínclito Caudillo como
"el caimán del Pardo".
Pero en realidad el feroz saurio es noticia entre nosotros por la
vinculación de Jaume Massot y su entorno con las exóticas caribeñas
Islas Caimán. Descubiertas en 1503 por Cristóbal Colon en su cuarto
viaje, las Islas Caimán se hallan situadas entre Cuba, Jamaica y
Honduras además, se sabe que durante el siglo XVII fueron famoso
refugio de piratas. Pero nuestro interés hacia el lejano
archipiélago proviene del hecho de que en 1788, diez barcos que
regresaban a Gran Bretaña procedentes de Jamaica naufragaron en sus
costas y fueron acogidos por los nativos y, por esta acción, el rey
Jorge III del Reino Unido eximió a la colonia del pago de tributos,
situación que se mantiene hasta la fecha. No son extrañas, pues, las
preferencias del ex director general de Ordenación del Territorio
del Govern Balear Jaume Massot en las privilegiadas islas hacia las
cuales parece ser que se han realizado importantes transferencias de
dinero.
Entre tanto aparecen más nombres de relevancia
vinculados al culebrón andritxol. La Fiscalía Anticorrupción ha
denunciado ante el juez de instrucción del "caso Andratx" a otro ex
alto cargo popular el ex conseller d´Obres Públiques del Govern
Jeroni Saiz el cual pasa a engrosar la nómina de denunciados junto
al ex alcalde Hidalgo y al celador de obras municipales Jaume Gibert,
por citar las cabezas más visibles del fenomenal embrollo.
Mientras, Jaume Matas indaga sobre el porqué de su soledad. Tal vez
sea en el Caribe, entre los paraísos fiscales, donde encuentre una
de las claves de su inmensa pérdida, ya que allí acuden los dineros
inconfesables para multiplicarse de forma astuta y disimulada,
redondeándose así la estética corrupta de los cargos públicos en los
que el ex Molt Honorable President depositó su confianza que son los
que, a la postre, han aportado un repelente perfil a su discutible y
ajetreada gestión. En fin, así las cosas, siempre nos quedará la
duda sobre si, en realidad, Jaume Matas es caimán o más bien un
lacrimoso cocodrilo.