Entrevista publicada el 16/06/2002/

POLITICA, SINDICALISMO, AUTONOMIA. En su doble faceta de dirigente del Partido Comunista, de que fue su secretario general en Baleares desde 1985 hasta 1990, y de fundador de Comisiones Obreras en las Islas, de cuya Federación de Hostelería fue el máximo responsanble, Josep Vílchez, licenciado en Historia y en la actualidad apartado del primer plano de la actividad política, desempeñó un papel destacado en la Transición y en buena parte de la trayectoria de la autonomia balear. En esta entrevista queda reflejada su actividad política y sindical en los años setenta, así como el debate sobre el nacionalismo y la autonomía que se produjo entre los comunistas del archipiélago y que incluyó la ruptura con los fundadores del Partit Socialista de les Illes, el actual PSM

     JOSEP VÍLCHEZ : ex secretario general del PCIB

"Debimos encontrar un marco para que la izquierda no quedase atomizada"

"El primer anteproyecto de Estatut después de la Guerra Civl lo redactó el Partido Comunista"

FRANCESC ROTGER

Nacido en Maó en 1953 aunque residente en Mallorca desde su infancia. Josep Vílchez Carreras ingresa en el Partido Comunista de España (PCE) en 1972, procedente de una formación maoísta, y en 1976 es uno de los fundadores de la central sindical Comisiones Obreras (CCOO) en las Islas, de cuya Federación de Hostelería fue secretario general. Secretario general del Partit Comunista de les Illes Balears (PCIB) de 1985 a 1990 y presidente de Esquerra Unida de Baleares del 86 al 90, fue candidato al Senado en 1979 y cabeza de lista del Congreso de Diputados en 1986 y al Parlament en 1987 y 1991. A partir del 90 se vincula al Partido Democrático de la Nueva Izquierda, pero lo abandona al unirse éste al PSOE. Licenciado en Historia, actualmente trabaja en el Arxiu Municipal de Palma y no pertenece a ninguna organización política.

¿Cómo es el Partido Comunista en el que usted ingresa ya en los últimos años del franquismo?

- El partido que yo conocí estaba ya en trance de evolución. Muchos jóvenes estudiantes de Baleares habían tenido contacto a través de la universidad, en Barcelona, con el Partit Socialista Unificat de Catalunya [Partido Comunista catalán. Por otro lado, la expansión del mundo turístico trajo un alud de inmigrantes, algunos de ellos militantes del PCE : todos los militantes obreros de Baleares eran de origen inmigrante. Esta influencia cultural y política de Cataluña, más esta presencia de la inmigración, coinciden en un momento importante. Por otro lado, la aportación de gente joven también ayudó mucho a reactivar la actividad del partido y la respuesta puntual a una serie de hechos que iban sucediendo y que se contestaban con octavillas y pintadas.

¿Cómo era la vida para ustedes entonces, en una situación de clandestinidad?

- La primera consideración que comportaba ser clandestino era que lo desconocía tu entorno inmediato. Lo que implicaba una cierta doble vida : el entorno familiar, los amigos, desconocían lo que tú eras, y a la vez estabas reglamentado por normas estrictas que poco a poco se fueron suavizando, que incluían la utilización de nombres falsos y conocer el mínimo de cosas posible, para evitar que una caída arrastrase a la organización. El debate político era importante, en el partido se debatía bastante entre sus miembros y con otras personas, y se iba profundizando en una serie de ideas.

¿Por ejemplo, la autonomia?

- Ya se tenía clara en 1972, en un documento de la Taula Democràtica, la idea de que habría un Gobierno provisional, es decir, la ruptura, y se establecía un Gran i General Consell, haciendo referencia a las instituciones anteriores al Decreto de Nueva Planta. Por lo tanto, la idea de la autonomía ya se analizaba y se asumía plenamente. Muy probablemente hay que hacer referencia a la influencia catalana, que la referencia más importante, política y sindical. Sindicalmente, después del Proceso 1001 [contra la dirección de Comisiones Obreras], todas las relaciones sindicales se llevaban con Cataluña. Una clave para entender el comunismo balear está en el comunismo catalán, era un punto de referencia y coincidía con que el conjunto más estructurado y más activo del Estado español era la organización del PSUC.

En cierta medida, el autonomismo les venía del PSUC

- Si, porque ya tenía toda una elaboración política que no era nueva, venía de su origen. En España había dos partidos comunistas, el PCE y el PSUC, el PSUC era de 1936, de la fusión de cuatro organizaciones y llegó a poseer representación propia en la III Internacional. Había toda una tradición, no nacionalista, porque el nacionalismo fue identificado con el titismo, pero sí de la asunción de una serie de principios culturales y políticos, como la recuperación del Estatut y de las instituciones propias. No había mimetismo con Cataluña pero sí una influencia importante.

¿Por qué entonces la autonomía pasa un segundo plano para el PCE de Baleares, nada más iniciarse la Transición?

- En el contexto de la incorporación al PCE balear de Bandera Roja (1974-1975), en el partido se suscitó un debate sobre la idea nacional de las Islas Baleares. En principio había un reconocimiento de tres nacionalidades, Euskadi, Cataluña y Galicia, y luego se trataba de definir lo que se denominó "hechos diferenciales". En un momento determinado, en el PCIB existía una cierta unanimidad sobre el proyecto de partido soberano, que después se federaría a nivel de Estado. Por intervención exterior, una serie de debates que culminaron en una reunión con la presencia de Santiago Carrillo [Secretario General del PCE], todas estas ideas fueron frenadas. En este contexto, una serie de militantes se manifestaron disconformes con esta "marcha atras", abandonaron el PCE y formaron el Partit Socialista de les Illes, con otra gente que no era del PCE que deriva al PSM

¿Fue un error permitir que se produjera esta ruptura?

- Se tenía que haber llegado a una síntesis con los sectores más nacionalistas, y encontrar un marco que hubiese posibilitado que la izquierda no quedase tan atomizada. Probablemente era una utopía, pero algunos deseábamos que el modelo autónomo del PSUC se pudiese desarrollar aquí. Después hemos visto que tampoco era el modelo.

¿Por qué considera que se produce la crisis y las escisiones del PCE, de modo paralelo a que se van sucedientdo los procesos electorales democráticos?

- Muy probablemente, porque el PCE era el vehículo que utilizaron muchos ciudadanos para combatir la dictadura. Estar en contra homogeniza. Cuando hay que hablar de un discurso político en positivo, la cosa se complica. Hubo una reflexión política, lo que se denominó eurocomunismo, y sustancialmente no había diferencia con el socialismo clásico. Los resultados electorales fueron un fiasco en relación a lo que había aportado el PCE en la lucha por la democracia y la libertad y de estos fiascos electorales facilitaron el que determinados sectores, que estaban expectantes sobre la viabilidad o no del eurocomunismo, levantaran cabeza.

Eso representa que el PCIB tenga un papel marginal en la construcción de la autonomía de Baleares

- Obviamente, desde el punto de vista institucional. Pero en la idea de recuperar las instituciones propias de las Islas no es así. El primer anteproyecto de Esatatut después de la Guerra Civil lo redacta el PCE, y en una fecha tan temprana como 1972. Desde el punto de vista de la dinámica de la autonomía el peso del PCIB es bajo o nulo. Podía haber jugado un papel más activo.

LA BATALLA DE LOS SINDICATOS DE HOSTELERIA

En 1976, recuerda Josep Vílchez, se produce la escisión, en el movimiento sindical, ente Comisiones Obreras y el sindicato de hostelería encabezado por Francesc Obrador, que posteriormente se incorporaría [tras pasar por USO] a la Unión General de Trabajadores. "Es el momento en que pasé a la Federación de Hostelería. Era el sector más débil y, si no teníamos fuerza en la hostelería, en Baleares, no teníamos futuro sindical.

A finales del 75, todavía antes del fallecimiento de Franco, se planteaban dos grandes cuestiones : la posible formación de una única central, y la aceptación [desde las estructuras] de los mecanismos de los sindicatos verticales como medio para obtener representación [ para celebrar un congreso constituyente unitàrio.][o la convesión de CCOO de movimento socio-político de caracter sindical en sindicato que fue la opción finalmente emprendida. ] Desde su punto de vista, Vílchez descarta que en la constitución de un sindicato unificado de hostelería, subyaciera el proyecto de un sindicato sólo de Baleares. "Fue una decisión tomada desde aquí. Pero de proyecto nacional sindical, nada [ ya que correspondía a una posición minoritaria en el seno de CCOO con especial raigambre en algunas zonas de Catalunya - epecialmente en las UTT's del Baix Llobregat controladas por gentes de Comisiones Obreras que mantenían la idea del Congreso Constituyente de un sólo sindicato, acercandose el modelo de la intersindicat portuguesa ]

En las reuniones de contenido sindical, obviamente ilegales todavía, hacia el año 1973, Vílchez, recuerda que contaron "con un apoyo importante de sectores de la Iglesia católica, a título individual, obviamente. La parroquia de Santa Payesa, en Palma, fue uno de los escenarios donde se celebraron estos encuentros.

El Mundo/ElDia de Baleares

16/06/2002/