AYUNTAMIENTO

 

El sábado en primera convocatoria y presidido por el Alcalde señor Martínez, celebró sesión nuestro Cabildo municipal.

 

Se aprobó el acta de la sesión anterior y se despacharon diferentes dictámenes.

 

El señor Villalonga y Olivar se ocupó de la cuestión de los temporeros reiterando lo que ya tiene dicho sobre el particular.

 

Luego pidió que las multas que el Alcalde imponga no las condone, lamentándose que las que se imponen a los lecheros no sean de más cantidad.

 

El Alcalde contestó al señor Villalonga y nos pareció oír que decía; Prefiero no poner ninguna multa antes que condonarlas.

 

Nuestro compañero Bisbal manifestó que en virtud de estar de semana como vocal de la Comisión de murallas había visitado los jardines y arbolados y de 26 empleados que figuran en la nómina para dichos trabajos sólo había visto tres.

 

Aquí se da el caso, continuó diciendo, que los que figuran como empleados de jardines y arbolado y no trabajan, cobran no solamente los días laborables, sino los festivos, mientras que los trabajadores cobran en proporción a su trabajo.

 

Insistió Bisbal en que se ponga coto a tanto abuso, repitiendo, que si el Ayuntamiento necesita empleados que los nombre pero que se acabe de una vez con lo que viene sucediendo.

 

Pidió al Alcalde manifestara si era cierto.

 

El compañero Bisbal dijo tener noticia de que unos obreros ancianos que una vez terminado el Carnaval realizaban el trabajo de barrer el paseo del Borne se les pagaba dándoles para beber un café y pidió al Alcalde que viera de retribuir a dichos obreros

 

También pidió que se tuviera cuidado que no se usara de nuevo el confeti que se recoge del suelo.

 

El señor Martínez prometió atender la súplica.

 

Se dio cuenta de varios asuntos de escaso interés y se levanto la sesión.

 

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En la sesión del sábado varios señores concejales se ocuparon de la cuestión de los temporeros. Todos al parecer están de acuerdo en que se debe acabar con el favoritismo que allí impera, sin embargo todo sigue igual. ¿No le parece el señor don Pedro Martínez Rosich que es hora de acabar con tanto paniaguado.

 

Además, según confesión del señor Barceló y Mir al comerciante que vendió la harina averiada se le obligó a devolver la misma cantidad que había vendido por otra en buenas condiciones. Y preguntamos nosotros:

 

¿Cree el señor Alcalde que un delito que cae de lleno dentro del Código Penal debe castigarse, si ello representa castigo de una manera tan suave? ¿Es justo que a los envenenadores se les tenga tanta consideración? Nosotros entendemos que con esta actitud no se demuestra otra cosa que el interés de favorecer a alguien y que ese alguien no es precisamente el público.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 836, 15 de febrero de 1918

 

1917 / Llorenç Bisbal Regidor de l'Ajuntament de Palma

CRISIS DE SUBSISTÈNCIES