La elección de Bisbal en Buenos Aires
Además nuestro compañero
Bisbal
ha sido obsequiado por el director de
dicho periódico con un muy ilustrativo libro del
diputado socialista de aquella nación Mario
Bravo, libro recientemente publicado que lleva
por título “La Ciudad Libre” y en cuya
primera página lleva la siguiente dedicatoria
autógrafa del señor Guasp.
“Al ciudadano
Lorenzo Bisbal Barceló, concejal socialista
de la Comuna de la Ciudad de Mallorca
Fraternalmente
Eusebio Guasp
La distinción y simpatía de que ha sido objeto
Bisbal
por parte del periódico “Baleares” así
como por su director personalmente han producido
en él la natural y agradable conmoción
sentimental que en estos casos siente toda
persona que tiene sensibilidad en el alma.
He aquí el artículo de Juan del Llano
APOSTILLA
Elecciones en Palma
Cuando el ensanche de las funciones
técnico-económicas del Estado responde al
progreso político de la clase trabajadora y a su
mayor influencia en el gobierno, la
administración pública, al mismo tiempo que se
extiende adquiere caracteres nuevos.
(J. B. Justo. “Teoría y Práctica de la Historia)
En las últimas elecciones, Palma ha elegido un
concejal socialista. El hecho tiene precedente.
Así y todo, refiriéndose a Mallorca, es harto
significativo, en estos momentos y aun dentro
del actual revuelo y subversión de los valores
políticos en España.
El caso de
Bisbal,
llevado a la Sala por poco más de seis cientos
votos, sin duda escapados furtivamente a las
mañas de la vieja máquina caciquil, tiene
notable parentesco, muy estrecha similitud con
el de sus famosos compañeros “perpetuamente”
recluidos en el penal de Cartagena y no obstante
legítmos apoderados del pueblo de los Madriles,
en el Consistorio por expresa voluntad del mismo
soberano.
Porque Bisbal,
ignoro por cual “delito” (no hace falta saberlo,
sabiendo que, allí, ello es lo último que se
tiene en cuenta) estuvo “desterrado” hasta pocos
días o pocas horas antes de su elección, aún
cuando para su bien, lo estuviera entre
naranjos, en el paradisíaco valle sollerense.
Ved como esos hombres perseguidos por los de
arriba y amparados por los de abajo, no han
necesitado más plataforma electoral que la de su
propia situación para salir triunfantes y
mostrar cuan profunda es la divergencia, cuan
absoluto es el divorcio, cuan acentuada la
bifurcación de voluntades entre el pueblo y los
políticos que desgobiernan aquel desdichado país
y cuan, por fin contrarios son los medios
puestos en práctica por tales gobernantes
(llamémosles así) echando sobre sí lo que tanto
pugnan por alejar, en su loco tambaleo, en la
inconciencia de lo que llamaría el autor de las
“Doloras”
La bárbara agonía
De querer evitar lo inevitable
El pueblo, no lo dudéis, sabe siempre lo que se
hace, aunque, por imposibilidad, no haga siempre
lo que quiera y demanden sus intereses; tiene la
certeza de que en sí mismo está el remedio de
sus propios males y sabe bien que el problema
que más inmediato le afecta, el que urge
resolver, es hoy el mismo que ayer, hace treinta
años, señalara Costa sintetizándolo en admirable
frase que compendia todo un libro, diríase mejor
toda una biblioteca: “Escuela
y Despensa”, vale decir toda la trama
político-económica que es el nervio del programa
mínimo de la democracia socialista.
Por esto el hijo del pueblo de frente limpia y
luenga barba apostólica, está en el Consistorio
de la
Ciutat de Mallorque, como luz en las
tinieblas, como voz de esperanza en la sociedad
de la selva. El soldado del trabajo fecundo que
crea belleza, paralelamente al jercicio del
músculo ha ejercitado su cerebro, nutriéndolo en
campo experimental de su propia carne doliente y
dolorida.
Bueno es que en la Sala resuene el nuevo verbo,
roma la monotonía tradicional y gane la técnica
administrativa de la Comuna, llave de la escuela
y la despensa, para el mejoramiento de los
alimentos, la habitación, la salud y la higiene
de un pueblo indigente, ¡oh ironía en tierra
exuberante, pletórica, preñada de riqueza.
Juan del Llano
Buenos Aires, diciembre de 1917
Núm. 836, 15 de febrero de 1918 |