Sobre los procesos por la campaña contra Estrany
La pena que pide el fiscal
La causa que se sigue con motivo de querella
entablada por el Sr. Estrany contra nuestros
estimados compañeros Lorenzo Bisbal, José Llinás
y Gabriel Juan, como firmantes de la primera
hoja suelta que se publicó contra él, ha sido ya
entregada por la Audiencia al Abogado defensor
D. Fernando Pou, para su examen. En ella y por
la publicación de dicha primera hoja únicamente
(pues las otras dos van incluidas en otro
proceso aparte) el señor fiscal aprecia NUEVE
delitos, uno por calumnia y los ocho restantes
por injuria contra dicho señor, pidiendo por
todos ellos y para cada uno de los procesados la
friolera de CUARENTA Y OCHO AÑOS de destierro,
SEIS MESES de prisión y CINCUENTA MIL pesetas de
indemnización al Sr. Estrany. Sumas totales:
delitos, 27; años de destierro, 144; meses de
prisión, 18; indemnización, 150 mil pesetas.
Los comentarios a esa petición fiscal que los
haga el público; por nuestra parte sólo diremos
que si por la primera hoja se pide eso ¿qué es
lo que se va a pedir por las dos restantes?
Seguramente yendo por este camino el destierro
se contará por siglos en vez de años y las
pesetas de indemnización por millones en vez de
miles.
Por lo que a los procesados respecta creemos que
podrían conformarse con la petición fiscal a
condición de que se les asegurase vida y dinero
suficiente para poder cumplir la pena que se les
exige. De otro modo lo vemos difícil.
Si es broma puede pasar pero a tal extremo
llevada …..
De todos modos conviene que los trabajadores y
muy en particular los zapateros se preocupen de
este asunto porque a nuestro juicio lo que se
persigue es producir un fuerte quebrando en la
organización obrera y principalmente en la de
zapateros, separando de ellas por medio del
destierro a dichos camaradas. Pues conviene no
olvidar el odio que la clase patronal siente por
la organización obrera y por los hombres que más
significan en ella. Matar o anular a esos
hombres significa para los burgueses la muerte
de nuestra organización gremial, creencia muy
estúpida pero también muy arraigada entre ellos
y capaz de conducirnos a cometer cualquier
barrabasada.
Ante el peligro de cometerse un hecho semejante
con motivo del asunto Estrany creemos un deber
nuestro dar el grito de alerta a los obreros
organizados y sobre todo, a los constructores de
calzado, a quienes más directamente interesa
esta cuestión.
Núm. 774, 2 de diciembre de 1916 |