Sobre los procesos con motivo de la campaña
Estrany
Equivocadamente dijimos en el pasado número que
era el Sr. fiscal de la Audiencia quién pedía
para los compañeros procesados la pena que
señalábamos, cuando en realidad es el acusador
privado D. Manuel Fiol quien, basándose en no
sabemos que artículos del Código Penal, solicita
se imponga a nuestros compañeros aquel bárbaro
castigo.
Se nos dice que el Sr. Fiol es hombre de ideas
extremadamente reaccionarias, gran admirador del
tribunal de la Inquisición y también muy amigo
del P. Vives y demás gente jesuita. Si ello es
cierto no nos extraña la pena que pide, al
contrario, lo verdaderamente extraño es que no
pida la pena de muerte.
También ha llegado a nuestros oídos que por
La Unión Industrial se ha hablado en
diferentes ocasiones de dichos procesos y parece
que alguien dijo que todos los socios de aquella
entidad que disponen de influencia debían
interponerlas para acabar de una vez con el
perturbador
Bisbal
, y que ésta era la ocasión propicia de
vengarse contra él por la actitud que observó
con motivo de los inspectores de hacienda. Nada,
por lo que se dice, la reacción y la burguesía,
a igual de los buitres, se comerían de buen
gusto las piltrafas de ¡tres zapateros¡
Pero a pesar de cuento se dice y de la pena que
pide el abogado del Sr. Estrany, nosotros
tenemos confianza en la rectitud y buen criterio
del Tribunal.
Por lo demás, la clase obrera y el público
imparcial comentan indignados la inexplicable y
horrorosa petición formulada por el acusador
privado.
Núm. 775, 9 de diciembre de 1916
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