Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (Tordesillas,
Valladolid, 5 de febrero de 1875 - Sevilla, 9 de marzo de 1951), militar
español y uno de los protagonistas principales de la sublevación militar
que dio origen a la Guerra Civil Española.
Formado en la Academia de Caballería de Valladolid,
tomó parte como oficial en las campañas de Cuba y Marruecos. Conspirador
nato, participó en 1928 en actividades contra la
dictadura de
Primo de Rivera,
lo que le valió ser desterrado. En diciembre de 1930, durante el mandato
del general
Berenguer, fue uno de los militares participantes en el
complot republicano en el aeródromo de Cuatro Vientos, tras el fracaso de
la sublevación de Jaca. Esta acción, también fallida, llevada a cabo junto
con
Ramón Franco (hermano de
Francisco
Franco) obligó a ambos a abandonar España y exilarse en Portugal. El
exilio duró poco, pues el 14 de abril de 1931 se proclamó la
II República
y pudo volver a España.
Son famosas sus
charlas radiofónicas a
través de los micrófonos de Unión Radio Sevilla |
Como general adicto a la causa republicana se le
concede el mando de la 1ª División Orgánica, rango máximo en el ejército
en ese momento, ya que por decreto de 16 de junio de 1931 se habían
suprimido las Capitanías generales y los grados de capitán general y
teniente general. Fue también jefe de la Casa Militar del presidente de la
República,
Alcalá-Zamora hasta 1934.
En el periodo 1934 a 1936 se le confía la Inspección
General de Carabineros. Este cargo, como él mismo declararía más tarde, le
permitió desplazarse, sin levantar sospechas, por toda España y contactar
con los militares golpistas, especialmente con
Mola, que preparaban la
sublevación contra el gobierno republicano.
Al producirse la sublevación en Marruecos, el 17 de
julio de 1936, Queipo de Llano se encuentra en Huelva, y tras ser
informado, se va al cine. No se presenta hasta la madrugada del 18 de
julio en Sevilla, donde debería contar con el apoyo del
Algabeño, un
famoso torero, que debería coordinar a 1.500 falangistas; pero al llegar
se encuentra con una situación bien diferente: la cúpula de la
Falange en
Sevilla ha sido encarcelada y el resto, casi todos estudiantes, están de
vacaciones fuera (recordemos, era verano), y tiene a su mando ni más ni
menos que a 15 personas. Pero el jefe de la 2ª División Orgánica, el
general Villa-Abrille, no le presenta oposición (más bien estaba
preocupado por el fracaso del golpe y el exilio consiguiente, como le
ocurriera a
Sanjurjo), y Queipo lo mantiene retenido en un despacho de la
propia División. A continuación se traslada al acuartelamiento del
Regimiento de Infantería nº 9, situado en las proximidades de la División,
donde se encuentra con la oposición de su coronel, al que detiene también
y, ante la postura indecisa de la oficialidad, logra hacerse con el mando
del mismo. Llegó un momento en que se vio él solo en el edificio
manteniendo retenidas a setenta personas, muestra de la incompetencia o de
la muy probable connivencia de los oficiales. Se ha especulado con el
hecho, posiblemente falso, de que los generales sublevados confiaron a Queipo de Llano la misión de combatir en Sevilla como una manera de
asegurar su derrota. Es bien sabido que sospechaban de él por haber jurado
lealtad a la república y, como ya se ha indicado, ser un conspirador nato,
pero también eran conscientes de su valía como militar.
Haciendo gala de ella, manda capturar inmediatamente, a
los pocos efectivos de que disponía, la Real Maestranza de Artillería, con
lo cual se priva a los habitantes de tomar las armas para enfrentarse a
los sublevados. Sin embargo, las tropas disponibles son escasas y, en todo
caso insuficientes para hacerse con Sevilla, ciudad con un amplio
movimiento obrero, que se aprestaba a su defensa en los barrios más
populares como Triana, La Macarena, San Marcos, San Julián y otros, en los
que tras un llamamiento, lanzado por la emisora de
Unión Radio Sevilla, a
la huelga general se formaron barricadas y se incendiaron iglesias y
algunos edificios pertenecientes a la aristocracia, como la fábrica de
jabones y perfumes del marqués de Luca de Tena, propietario del diario
ABC
y, según se supo luego, implicado en la sublevación.
No obstante la escasez de tropas, la adhesión a los
sublevados del Regimiento de Artillería 3º Ligero, provee a estos de
medios para hacerse con el control del centro de Sevilla, emplazando
varias piezas en las proximidades del Gobierno Civil, consigue la
rendición del gobernador y la toma de la central telefónica, situada en la
misma plaza donde se habían emplazado las piezas de artillería.
Es muy conocido el ardid utilizado para hacer creer a
los defensores de la República de que disponía de más fuerzas que
realmente tenía y que consistió en hacer recorrer en camiones por toda la
ciudad a un grupo de legionarios y regulares indígenas traídos desde
Marruecos por vía aérea a Sevilla. Al mostrarlos por diversos puntos en un
corto espacio de tiempo parecía que eran muchos más.
Anécdotas aparte, su consolidación de la toma de
Sevilla se produce por el empleo indiscriminado del terror en los barrios
que resistían, mediante detenciones y fusilamientos masivos de militantes,
simpatizantes o presuntos simpatizantes de partidos y sindicatos de
izquierda. Además, supo aprovechar como nadie el fervor religioso de los
sevillanos, y no escatimó esfuerzos en hacerse ver en misa, defendiendo
iglesias o rezando ante imágenes. En Semana Santa, durante la Guerra,
solía encabezar las procesiones.
Una novedad fue la utilización de la radio como medio
de guerra psicológica. Son famosas sus charlas radiofónicas a
través de los micrófonos de Unión Radio Sevilla, dirigida por el teniente
coronel Antonio Fontán, en las que todos los días, a las diez de la noche,
con el fin de amedrentar al enemigo y animar a los partidarios
nacionalistas en zona republicana, en un lenguaje directo y generalmente
soez, se burlaba de los dirigentes de la República y hacía alusiones a la
virilidad de legionarios y regulares, con comentarios tales como:
Nuestros valientes Legionarios y Regulares han
demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombre de verdad.
Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas
comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos
sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van
a librar por mucho que berreen y pataleen.
Mañana vamos a tomar Peñaflor. Vayan las mujeres de
los "rojos" preparando sus mantones de luto.
Estamos decididos a aplicar la ley con firmeza
inexorable: ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id preparando
sepulturas! Yo os autorizo a matar como a un perro a cualquiera que se
atreva a ejercer coacción ante vosotros; que si lo hiciereis así,
quedaréis exentos de toda responsabilidad.
Estas charlas eran muy celebradas y seguidas con gran
interés en la zona sublevada y su texto publicado al día siguiente por el
diario ABC de Sevilla, aunque finalmente en febrero de 1938 y siguiendo
instrucciones del mando político de Salamanca fueron suspendidas, ya que
su tono no convenía a la imagen que del nuevo régimen se pretendía dar a
las potencias democráticas con vistas a un eventual reconocimiento por
parte de estas.
En los pueblos y ciudades que se iban conquistando, se
aplicó por orden suya la misma política represiva que en los barrios
sevillanos, por lo que durante bastante tiempo ha sido recordado con
terror en muchos pueblos andaluces. Nombrado por
Franco Jefe del Ejército de Operaciones del Sur
fue el encargado de organizar las
fuerzas de la región andaluza, actuando con una gran independencia durante
toda la guerra, lo que le valió una cierta antipatía por parte de
Franco, poco acostumbrado a que
no se contara con él en todas las decisiones.
Andalucía se convirtió casi en un feudo de Queipo de
Llano, que dictaba disposiciones comerciales, repartía licencias de
exportación a través de los puertos de Sevilla, Cádiz, Huelva y Algeciras,
extendía el cultivo del arroz (muy escaso al quedar Valencia en zona
republicana) a las marismas del Guadalquivir e incluso construía viviendas
sociales y poblados de colonización mediante la compra a precios
simbólicos de tierras a aquellos terratenientes que, en algún modo,
habían simpatizado con el régimen republicano. De todas estas actuaciones
no se rendían cuentas oficiales a la Junta de Burgos.
Al finalizar la guerra en 1939, fue nombrado teniente
general, al ser restablecido este rango que había sido eliminado por la
República. Enviado, por orden de
Franco, al frente de una misión militar a
Italia, como una forma de librarse de su incómoda presencia.
A su vuelta fue nombrado Capitán general de la II
Región Militar, con cabecera en Sevilla, aunque no ocultó nunca, ni en
público ni en privado, su animadversión hacia el dictador. Mediante
decreto de 26 de febrero de 1944, (Diario Oficial del 3 de marzo de 1944),
se le concedió la Cruz
Laureada de San Fernando la cual, posiblemente
debido a sus discrepancias con el general Franco, no le había sido
otorgada al finalizar la guerra. Falleció el día 9 de marzo de 1951, en un
cortijo, denominado Gambogaz que poseía en los alrededores de
Sevilla, siendo enterrado al día siguiente en la basílica de la Virgen de
la Macarena, de la que había sido nombrado en vida Cofrade de Honor.
Actualmente esta Imagen luce la madrugada del Viernes Santo el fajín del
general.
El barrio de San Gonzalo y el de Santa Genoveva deben
sus nombres al general y a su esposa.
Bibliografía
- Manuel Barrios El último virrey
Ed. Argos Vergara S.A. Barna.
(1979) ISBN 84-7017-583-1
- La justicia de Queipo. Violencia y terror fascistas en Sevilla,
Huelva, Cádiz, Córdoba, Málaga y Badajoz. Francisco Espinosa
Maestre. (2000)
- La columna de la muerte: El avance del ejército franquista de
Sevilla a Badajoz. Francisco Espinosa Maestre, Editorial Crítica.
Barcelona (2003).
- Paul Preston
La Guerra Civil Española
Ed. Debolsillo. (2003)
ISBN 8497590635
- Servicio documentación Cadena SER
En el aire : 75 años de radio
en España
Promotora Gral. Revistas Madrid (1999) ISBN 84-931179-0-0
- Ian Gibson
Queipo de Llano : Sevilla, verano de 1936
(con las
charlas radiofónicas completas) Ed. Grijalbo Barna. (1986) ISBN
84-2531-773-8
- Hemeroteca Diario ABC de Sevilla (Publicaba
diariamente las charlas)
Colaboradores de Wikipedia. Gonzalo Queipo de Llano
[en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2007 [fecha de consulta:
13 de junio del 2007]. Disponible en <http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Gonzalo_Queipo_de_Llano&oldid=9427614>.
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