SOBRE LA CASA DEL PUEBLO 

Aunque siempre le han tenido en este periódico todos los obreros y ciudadanos que con su pluma han querido cooperar a la causa obrera o exponer ideas del progreso social, desde hoy, por creerlo de mucha oportunidad y conveniencia para la buena marcha de la Casa del Pueblo, abrimos esta sección Tribuna Libre para dar lugar a tratar y discutir, dentro del mayor respeto personal siempre, sobre los principios, orientaciones, funcionamiento, organización y táctica que debe imprimirse a la Casa del Pueblo para que responda a las necesidades generales de la clase trabajadora asociada y lleve a cabo con el mayor acierto la delicada labor que le está encomendada.

A este objeto requerimos de todos los compañeros y ciudadanos simpatizantes con la clase oprimida que quieran y puedan enviarnos escritos, lo hagan cuanto más pronto mejor y los iremos publicando cada semana en orden a las fechas de recibo. Quien sepa y pueda hacer un artículo y no lo hace tratándose de un asunto de tanta importancia obrera demostrará que no le interesa la Casa del Pueblo no se preocupa del estado y porvenir de los explotados. No exigimos más condición que los artículos que nos manden no sean muy laros en atención al tamaño del periódico.

A continuación publicamos uno del compañero Joedat que nos viene de perlas para empezar la serie. Hélo aquí:

PROPONIENDO UN PROYECTO

Desde el día de la inauguración de la Casa del Pueblo se va notando entre la clase trabajadora palmesana, un fervoroso entusiasmo, pruébalo, la actividad societaria que se va desarrollando, haciendo peticiones encaminadas a mejorar las condiciones de la jornada y aumento de sueldos que tan necesario se hace por las circunstancias de la vida que de cada día es más difícil atravesar por el encarecimiento de las subsistencias y demás artículos indispensables para la vida.

Ahora, pues, que tenemos Casa del Pueblo debemos estudiar una fórmula para hacernos acreedores de poseerla y darle empuje para embellecerla societariamente y lograr obtener de ella los más grandes y aspirados beneficios para la clase obrera.

Tengo una idea aunque pobre y sencilla, que la lanzó a la publicidad con el ánimo de que los lectores de EL OBRERO BALEAR y la clase obrera en general la encontrarán aceptable, para dar un continuo movimiento societario, recreativo e instructivo a la acariciada y redentora Casa del Pueblo.

Para llevar a efecto dicha idea se debería primeramente tomar con interés una activa campaña encaminada a lograr la asociación del mayor número posible de obreros y obreras, que bien podría ponerse al frente de ella el Comité de la Casa del Pueblo, labor ésta, que seguramente sería coronada por el éxito y se podría fundar una CAJA titulada de RESIDENCIA o HUELGA, para proporcionar socorros cuando se presentara el caso de tener que ponerse frente a frente patronos y obreros por no haber podido llegar a un arreglo amistoso entre ambas partes. Podría fundarse, partiendo de la base que la Casa del Pueblo contara con 5.000 socios que, cotizando diez céntimos semanales daría una suma de 26.000 pesetas al año de cotización, tiempo éste, que por ningún concepto se invertiría cantidad alguna, y que una vez cumplido, y así que una vez cumplido, y así que irían surgiendo conflictos, la CAJA se podría en funcionamiento.

Cuando el número de huelguistas fuera muy numeroso o las circunstancias de la huelga lo aconsejaran se podría doblar la cuota durante la misma, teniendo en cuenta que doblándola se podrían sostener 100 huelguistas, abonándoles 10 pesetas semanales, sin necesidad de recurrir a la CAJA DE RESISTENCIA.

A los primeros años de puesta en práctica la nueva teoría, quizás se tropezaría con pequeños inconvenientes, pero que se irían venciendo y se podría llegar a establecer el retiro para la vejez.

De ser realidad el proyecto, la clase trabajadora daría un gran paso y entraría en la era del progreso y en pocos años podría alcanzar muchos beneficios, atenuando así el sistema de las huelgas porque la fuerza obrera iría tomando incremento, pues, cuanto mayor fuera ésta tanto mayores serían los respetos y consideraciones por parte de la clase patronal.

Podría completar la obra, la fundación de una sección de música y otra teatral, que además de ser instructivo y artístico daría auge y proporcionaría ratos de expansión al elemento obrero y acostumbraría al sexo femenino a frecuentar nuestros salones.

Cuando se construyera la futura Casa del Pueblo, se podrían organizar funciones a módicos precios durante la época de invierno, cuyos beneficios podrían ingresar en la CAJA DE RESISTENCIA. Así, entiendo, pues, que la clase trabajadora palmesana se enlazaría fuertemente y formaría un gran capital para combatir las injurias e injusticias que les pudiera lanzar la clase patronal. Esto se lograría poniendo cada uno por sí un poco de interés y buena voluntad. Querer es poder.

EL OBRERO BALEAR nº 863

Palma, 23 de Agosto de 1918