1918 – Los graves sucesos de ayer

La falta de carbón.- Mujeres asaltan carros de carbón.- Saqueo de carbón, harinas y patatas en el Muelle.- Guardia civil y caballería en el Muelle.- La fuerza pública apedreada.- La fuerza carga y dispara; un joven mortalmente herido; una bala hiere a una señora al cerrar su balcón.- Manifestación ante el Gobierno civil.- Cierre de tiendas.- Circulación de tranvias interrumpida.- Por la noche reina tranquilidad.

Imprevisión

Los lamentables y dolorosos sucesos de ayer, por fortuna poco frecuentes en Palma, nacieron, como nacieron los de Barcelona, de la falta de carbón para las familias. Por lo tanto, con previsión se hubiera evitado el conflicto. ¿Por qué no se tuvo abastecida la ciudad y se dejó que ante la falta de artículo tan indispensable para la vida, los ánimos se soliviantaran y el pueblo se tomara la justicia por sus manos?

Si falta pan habrá conflicto y hubo conflicto porque faltó carbón. Los artículos necesarios para la vida no deben, no pueden faltar. Con el dinero en la mano la gente buscaba comprar carbón y no podía adquirirlo. Si se hubiese hecho lo que repetidamente llevamos dicho, si el Ayuntamiento hubiera municipalizado el abastecimiento de carbón, aunque ello la representara la pérdida de algunos miles de pesetas, no se hubiera dado el triste espectáculo de ayer, que empezó en justa petición y degeneró en verdadero saqueo.

Con previsión también, dando por consumada la poca fortuna de los que debieran tener abastecida la ciudad, se hubiera evitado que la cosa pasara a mayores. Ante la indignación del público por no encontrar carbón por ningún lado, ¿Por qué no se incautó la autoridad del que había llegado de Ibiza, vendiéndolo inmediatamente al público? Así los ánimos se hubieran calmado, y los saqueos habrían sido evitados.

Fue falta de previsión dejar que la anarquía se enseñorease. Cortados al principio los atropellos no hubiera cundido por la ciudad la voz de vía libre para que cada uno arramblara con lo que quisiera. Al ver que no topaban los saqueos con una autoridad que los evitara, fue cuando se lanzaron los grupos al asalto de las mercancías del Muelle; la impunidad fue el incentivo, y lo que fue lógico desfogue de mujeres y niños, se convirtió en un anárquico atropello. Cada minuto que pasaba crecía la hoguera; al principio, sin procedimientos de fuerza, solo con vigilancia y protección se habrían calmado las pasiones.

Imprevisión, imprevisión, he aquí las causas; de haberse sentido la presión de la autoridad desde los primeros momentos, no se hubieran encrespado las pasiones, no se hubieran salido de la ley y no registraríamos una represión dolorosa.

El conflicto del carbón

Desde hace varios días poníamos de relieve el conflicto que se avecinaba con motivo de la falta de carbón vegetal, pues era muy difícil al vecindario hacerse con la cantidad necesaria para los quehaceres domésticos.

Ayer por la mañana se agudizó el conflicto. Por las calles se veía circular la gente, con sacos y cenachos, que recorría las carbonerías en busca de carbón, pero resultaba tan grande la escasez que era imposible comprarlo.

En el Gobierno Civil y en el Ayuntamiento

Nutridos grupos de mujeres y chiquillos se estacionaron frente al Gobierno Civil, y una comisión pasó a visitar al Gobernador para protestar de la falta de carbón.

El Gobernador les manifestó que la cuestión local de subsistencia era de competencia del Alcalde y al Ayuntamiento marcharon los grupos.

También les dijo el señor Estruch que ordenaría practicar indagaciones para saber donde había carbón, haciéndolo poner a la venta, y que llamaría a su despacho, con este intento, a los comerciantes de carbón,

En el Ayuntamiento visito la Comisión al Alcalde quien les expresó la imposibilidad de proveerles de carbón; remitiéndoles de nuevo, con una carta que les entregó, al Gobierno Civil.

A este había ido el almacenista señor Picornell que prometió al Gobernador poner a la venta cuanto carbón poseía, y que le había sido enviado de Ibiza.

Los carros de carbón asaltados

Cuando salían del Gobierno los grupos vieron en la calle de la Unión un carro cargado con carbón vegetal que acababa de desembarcar del vapor procedente de Ibiza, destinado al comerciante Sr. Picornell. Dícese que pidieron que vendiera la mercancía, pero el carretero se negó diciendo que no estaba autorizado y entonces la gente se abalanzó al carro, echó a tierra el carbón y empezó a llenar sacos y cenachos, no pudiendo evitarlo el carretero.

Igual suerte corrieron otros tres carros en el paseo de la Rambla, repartiéndose, como por encanto, el carbón entre los asaltantes.

El asalto al muelle

Poco después empezó a circular la noticia de que en el muelle había grandes cantidades de carbón, de las cuales se había provisto gratuitamente los que esparcían la noticia.

Esto fue el principio real de los sucesos.

Larga cola de mujeres, hombres y niños se dirigieron al muelle con sacos, espuertas, cuévanos, etc., que llenaban de combustible, llevándolo a su domicilio.

Al carbón sucedieron las otras materias que había en el muelle y pronto los sacos de harina fueron rotos y de ellas tomaban los grupos.

Como con la harina sucedió con los garbanzos, la cebada y las patatas, y hasta se llevaron bacalaos.

Al tiempo que grupos numerosos llevaban a cabo este saqueo, embarcaciones fueron al muelle y cargaron de comestibles y carbón; algunas de éstas fueron detenidas por los Carabineros.

El saqueo de los depósitos del muelle duró hasta la llegada de la fuerza, que estableció un cordón al final de la calle de la Marina, no dejando pasar la gente hacia el muelle y obligando a los que regresaban a abandonar la mercancía de que se habían apoderado.

En el muelle

A la una menos cuarto los grupos estaban estacionados en las inmediaciones de la calle de la Marina.

Estaban desplegados en el comienzo del paseo de Sagrera y del camino de Ronda y otros grupos menos numerosos en la acera que conduce al muelle.

Varias parejas de la Guardia Civil montada y otras de Carabineros montados y a pie formaban a manera de cordón para impedir el acceso al muelle.

Buen número de personas estaban encaramadas sobre los bloques alienados junto al paseo de Sagrera, conteniéndoles varios individuos de Carabineros.

A dicha hora

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Cierre de tiendas

La noticia de los transtornos ocurridos en la calle de la Marina corrió velozmente por la ciudad.

Como es natural, al divulgarlos se hablaba de varios muertos y muchos heridos, lo que hizo cundir la alarma, y casi todos los comercios cerraron, unos solo los escaparates y otros totalmente.

La población tomó un aspecto triste, viéndose en las calles muchos grupos que comentaban acaloradamente los sucesos.

Los tranvías eléctricos

Cuando era mayor la efervescencia en el muelle y calla de la Marina, y llovían piedras, fue apedreado uno de los tranvías que en aquel momento pasaba por dicho lugar.

En vista de ello se interrumpió la circulación de los tranvías, retirándose muchos a las cocheras.

El servicio por el interior de Palma quedó interrumpido, haciéndose el servicio solo del paseo de Sagrera a Porto-Pí.

Mas toques de atención

Durante la tarde estuvo animado el Borne, situándose con preferencia los grupos en la plaza de la Libertad, donde habían apostadas fuerzas de Guardia Civil y de Caballería.

Varias veces se iniciaron silbas y pedreas, por lo cual se dieron toques de atención, originando ello carreras.

Se suspende la sesión del Ayuntamiento

Circulaban estupendos rumores sobre propósitos de los manifestantes con motivo de la sesión municipal que debía celebrarse por la noche.

El Gobernador Civil para evitar posibles trastornos dio orden de que se suspendiese la sesión municipal.

El herido en el Hospital

Al llegar al Hospital civil, el joven herido, le practicaron la cura el profesor de Cirugía de aquel establecimiento dr. Ferrando, encargado de la sala, ayudándole los señores Escalas, Matas y Planas, apreciándole una herida en el hombro izquierdo y otra en el lado derecho de la espalda, cerca del espinazo, sin que puedan afirmarlo los médicos, pero podría ser, que ambas heridas fuesen producidas por el mismo proyectil, o sea orificio de entrada y otro de salida.

El herido se hallaba anoche muy postrado a consecuencia de un enfisema pulmonar, siendo el diagnóstico de pronóstico gravísimo.

Otros contusos

A causa de las carreras originadas por las cargas de la fuerza pública y los disparos hechos, se registraron batacazos y caídas, resultando varios contusos.

Funciones suspendidas

 La empresa del teatro Lírico en vista de los sucesos desarrollados, que tuvieron precisamente por escenario aquellas inmediaciones, acordó suspender las funciones anunciadas para la tarde y noche de ayer.

Notas sueltas

El Presidente de la Audiencia, suspendió ayer tarde la continuación de la vista por asesinato que había empezado por la mañana, a causa de los sucesos desarrollados.

oooOooo

Fuerzas del escuadrón de Caballería y de la Guardia Civil permanecieron toda la tarde frente al teatro Lírico.

Su presencia en aquel sitio motivó que la gente se trasladara a aquellas inmediaciones ávida de curiosidad.

A las ocho de la noche se retiraron dichas fuerzas.

A dicha hora la calma era completa en la ciudad.

Anoche llegaron de diferentes pueblos de la isla los individuos de los respectivos destacamentos de la Guardia Civil.

En esta capital quedó concentrada casi toda la de la Comandancia.

El Gobernador nos manifestó que había adoptado medidas para garantizar

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Ayer tarde corrió la noticia de que la Autoridad Civil resignaba el mando en la Autoridad Militar.

La noticia resultó inexacta.

Bando del Gobernador

 Anoche el Gobierno civil publicó el siguiente bando:

Don José Estruch Chafer, Gobernador civil de esta provincia.

Hago saber: Con el pretexto de la carencia de carbón vegetal en los establecimientos de esta Capital, parte del vecindario, se ha entregado a actos reprobables impropios de la sensatez y cultura de que siempre dio pruebas precisamente en los momentosw de que tanto la Alcaldía de esta Ciudad como este Gobierno se ocupaban de buscar solución al conflicto, teniendo convocada para mañana a las seis la Junta provincial de Subsistencias.

Como nada justifica la violencia y mucho menos las agresiones de que ha sido víctima la Guardia Civil al tratar de restablecer el orden, evitando los desmanes a que mujeres y chiquillos mal aconsejados primero, se han entregado, y hombres después creo oportuno hacer un llamamiento al vecindario todo de esta ciudad para hacerle comprender que el problema de las Subsistencias por su complejidad no se resuelve con algaradas y motines, ni mucho menos con agresiones a la fuerza pública que en cumplimiento de la alta misión que le está encomendada, tiene que responder a la agresión con el empleo de las armas hasta que el orden sea restablecido, ocasionando desgracias que soy el primero en lamentar, pero que teniendo como primordial deber la defensa de la propiedad y las personas tengo que sostener sin desmayos hasta que el orden quede por completo restablecido.

A este efecto y con el fin de que por nadie se alegue ignorancia, para evitar que nuevos sucesos sangrientos lleven el luto y la desolación al vecindario de esta Capital, he acordado hacerle presente

Primero. Que toda reclamación fundada será atendida por esta Junta de mi presidencia con la urgencia que las actuales circunstancias demandan y que el mismo debe tener en cuenta que hay asuntos como el de abastecimiento de carbón vegetal que no pueden ser resueltos de momento por carecerse de existencias y tener que dar lugar a que dicho combustible se produzca.

Segundo. Que si a pesar de este buen deseo de las Autoridades que integran la Junta de Subsistencias el vecindario, mal aconsejado repitiese las violencias cometidas en el día de hoy y agresiones a la fuerza pública ésta empleará todos los medios de persuasión a su alcance para dominar el tumulto o agitación y si estos medios no fuesen suficientes hará uso de las armas.

Espero confiado que el vecindario de esta Capital amante del orden y de la tranquilidad permanecerá alejado de los que deliberadamente aconsejan el desorden y la revuelta como medio para la consecución de otros fines completamente ajenos a las Subsistencias, evitando así la confusión de las personas de orden con los amparadores y promovedores de la revuelta y el motín.

Palma 18 de Febrero de 1918. El Gobernador, José Estruch.

Carbón a Palma

Nos manifestó el Gobernador que habiendo tenido noticia por las declaraciones juradas remitidas por los Alcalde, de que en Alcudia existían 25 toneladas de carbón vegetal telegrafió al Alcalde pidiendo que cantidad podría remitir a Palma.

Que dicho Alcalde puso a su disposición dicha cantidad, dejando una parte prudencial para el consumo de aquella ciudad.

El señor Estruch ofreció dicho carbón al Alcalde señor Martínez, quien se apresuró a aceptarlo.

 En su vista telegrafió al Gobernador al Alcalde de Alcudia para que remita dicho carbón con la rapidez posible.

Nos añadió que de otros pueblos llegarán hoy varias carretadas de dicho artículo.

Vigilancia en el muelle

Esta pasada noche varias parejas de la benemérita prestaban servicio de vigilancia en el Muelle.

Del Centro Obrero

Esta madrugada hemos recibido las siguientes cuartillas del Centro Obrero, cuyo contenido se nos comunica fue trasladado también al Gobernador Civil.

Sr. Director de LA ALMUDAINA

Presente

Muy señor nuestro: Le agradecemos dé cabida en sus columnas a las siguientes líneas.

Por lo que le damos las gracias anticipadas s.s.q.e.s.m. El secretario José March.- Vº Bº El presidente, Miguel Porcel.

En vista de los sucesos acaecidos en el día de ayer, anoche reuniéronse en el local del Centro Obrero trece Juntas Directivas, en representación de otras tantas sociedades obreras, acordándose por unanimidad lo siguiente:

1º Considerar la actitud adoptada por el pueblo en el día de ayer, completamente justificada e hija del desespero por la falta de carbón con que condimentar la comida.

2º Atribuir la dicha falta de carbón a imprevisión manifiesta de las autoridades, que no han sabido a tiempo conjurar el conflicto, procurando abastecer a la ciudad con las existencias que hay en la isla, siendo por consecuencia las indicadas autoridades las únicas responsables de lo sucedido.

3º Hacer saber al Sr. Gobernador que el conflicto del carbón subsistirá cada día con más gravedad, si no toma inmediatamente enérgicas medidas encaminadas a surtir el mercado de Palma, con las existencias que hay en los pueblos de la provincia, pues este Centro Obrero sabe que existen 2.866 quintales de dicho combustible, contratados ya por diferentes carbonerías de esta capital y que sus propietarios retienen en los pueblos de Esporlas, Campanet, Caimari y Puigpunyent, amén de otras partidas que existen en Mancor, Andratx y Artá.

4º Que como la falta de carbón es debida en gran parte al exceso de consumo del presente año con relación a los anteriores, por consumir dicho combustible, a falta del mineral casi todas las fábricas de Mallorca y otras industrias, habiendo sustituido también el koc y en gran parte el gas en los hogares domésticos, procede hacer una economía de carbón vegetal mediante la paralización de los tranvías, suspensión de teatros y cines y algo de alumbrado eléctrico en cafés, casinos y demás establecimientos de carácter público, por espacio de quince días, a fin de que el ahorro de electricidad que se indica aumente las disponibilidades de carbón para uso doméstico.

5º Hacer pública su más enérgica protesta contra el uso injustificado de las armas en las calles de esta capital, por la guardia civil, contra el hambriento y pacífico pueblo palmesano y del que fueron víctimas un obrero y una señora; y

6º Considerar que siendo la huelga de los albañiles consecuencia lógica y natural del problema de las subsistencias y que solo la elevación del salario a la proporción del precio de aquellas, puede hacer desaparecer el malestar que hoy existe, se acordó por unanimidad solidarizarse con dichos huelguistas y llamar la atención a la clase patronal y autoridades para que vean si la mercancía-obrero, ya que no hombres, merece la consideración que se ha tenido con las otras clases de mercancías que han subido desde el 50 por 100 por arrib a, sin que dicho aumento haya sido regateado.

Palma 18 de Febrero de 1918.- El Presidente, Miguel Porcel.- El Secretario, José March.

LA ALMUDAINA

19 de febrero de 1918