NOTAS SUELTAS (Casa del Pueblo)

 

La Vanguardia Balear de la semana última publica un “dicho y hecho” en el que acoge el rumor sobre si D. Juan March mandó a llamar al presidente del Centro Obrero para ofrecer a dicha entidad la construcción de una Casa del Pueblo y montar una Cooperativa a los trabajadores, para demostrar con este hecho que dicho señor tiene simpatías por la clase obrera.

 

En la forma y modo que el colega comenta el rumor mencionado parece traslucirse la temeridad de que las Sociedades Obreras y este semanario se vendan al oro de D.  Juan March, y tal suposición, aunque velada, constituye una ofensa para la clase trabajadora, que indignados debemos rechazar.

 

Pierda cuidado La Vanguardia Balear y el señor Massanet que EL OBRERO BALEAR y las Sociedades Obreras no mancillan ni venden sus principios y su dignidad por uno ni por cien palacios.

 

Es verdad que D.  Juan March mandó a llamar al obrero Julián Ferretjans, que no es presidente ni siquiera socio actualmente del Centro Obrero, aunque lo ha sido mucho tiempo y todos le tenemos en mucha estima por su intachable conducta personal y societaria, y le manifestó sus deseos de proteger a la clase obrera con una cooperativa u otra concesión que le fuera útil y de su agrado, encargando a dicho compañero para que lo transmitiese a las Sociedades Obreras y estas eligieran si aceptaban el obsequio y en que forma, añadiéndole que al deliberar sobre el asunto se tuviese en cuenta que él (el señor Marcha) no exigía condición alguna para la obra que se le pidiese y que tampoco regatearía el dinero que pudiera costarle.

 

Con estos antecedentes por delante el Centro de Sociedades Obreras acordó aceptar el ofrecimiento y expresar al señor March sus deseos de que hiciera construir un edificio para Casa del Pueblo, con capacidad y condiciones para cobijar a todas las Sociedades obreras de Palma.

 

Ya lo sabe La Vanguardia Balear; el señor March se ha ofrecido espontánea y desinteresadamente a hacer una concesión sin ningún compromiso ni ligamento con el señor March.

 

Y ahora tiene la palabra La Vanguardia Balear para atacar o devolver el honor, puesto por ella en tela de juicio; del Centro Obrero y este semanario y de cuya inmaculada honradez desafiamos a quien quiera que tenga el valor de tacharla con pruebas.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 833, 25 de enero de 1918

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