1920 –  EL DESARROLLO DEL ARTE

Sociedad de Carpinteros, Ebanistas y sus similares –

A la opinión pública

 

Convencidos que en el pueblo reside el sentimiento o el espíritu de justicia, hemos creído necesario informarlo del estado de la contienda entre dos clases, dos enemigas, cuya lucha promueve un trastorno, y ha llegado hasta la exaltación bárbara y salvaje en España, determinada por la intransigencia de la clase patronal y la insuficiencia del salario de la clase productora.

 

¿De parte de quien estará la razón? El negocio es el programa de los ricos, las necesidades económicas influyen en nosotros y nos conducen a la contienda; pero para la solución seria necesario la imparcialidad de los contrincantes, `permitiendo que se presentaran testigos en la causa que se sostiene para poder formular un juicio. No invitamos a la autoridad, porque sabemos que esta solo se preocupa del orden, que resulta ser un escarnio cuando está uno convencido y conoce la miseria y el dolor del pueblo. Pero, si fueran verdaderos apóstoles modernos de la ciencia, llamaríamos con el objeto de escuchar su información, a doctores higienistas para que nos instruyeran y en justicia nos orientaran respecto a las condiciones que debe reunir un taller en atención a la salud, la fuerza que puede desarrollar un hombre, la alimentación que necesita; ocupándonos exclusivamente de las necesidades físicas, abandonando el recreo y la ilustración porque esto lo consideran como una utopía y encontraran seguramente razones poderosas que justificarían nuestra petición: Pero la lucha es irracional; depende todo de la fuerzas; los patronos pretenden que somos esclavos; presentan hojas cuyas condiciones humillantes no puede firmar un obrero. Han procurado para desconcertarnos el reclutamiento de esquiroles, prostituyen el ambiente; señalándonos como responsables del conflicto, procuran dar la impresión pública que la huelga va encaminada a una solución.

 

Los intereses les unen como a nosotros la necesidad; poro. ¿A dónde está su lógica? Sin necesidad de ir a la huelga aumentan el 15 por 100 a la petición presentada por la “Metalúrgica” la que reporta una mayor cantidad que la petición por nosotros presentada. ¿Creerán que el trabajo de estos compañeros es de mayor mérito que gastan más fuerzas y que por lo tanto deben estar mejor atendidos? Y de no ser así. ¿No descubrís una enemiga contra los carpinteros o que los patronos de esta industria están obcecados en el rendimiento del trabajo negándose por sistema a ceder al aumento que presentamos en nuestras bases? Si creen que el negocio no lo permite estamos dispuestos a retirarlas siempre y cuando que nos permitan registrar sus libros de administración. Esto representa sensatez y armonía; que se niegan, demuestran que no entienden el trabajo, rechazan el orden, la moralidad, la justicia y ellos son los únicos responsables de esta lucha material.

 

Nosotros procuraremos en nuestras peticiones que sean de justicia por lo tanto vamos a la nivelación de salarios, las necesidades principian en el obrero y continúan y continúan terminando en la clase productora. Así como en el sentido ideológico protestamos del privilegio burgués, en un concepto de equidad condenamos también la desigualdad profesional. Así pues, comprenderéis la diferencia a falta de relación del jornal de un cerrajero o un carpintero.

 

Los jornales estriban: “Metalúrgicos” mínimo seis pesetas, máximo once, Carpinteros : mínimo cuatro cincuenta, máximo seis pesetas. (Acuerdo tomado por la sección patronal de la madera al objeto que un oficial no pueda cambiar de taller al no ser con el mismo jornal). Balance total resulta en perjuicio nuestro a pesar de venir obligados ha presentar la caja de herramientas y tener que abonar de nuestro jornal el desgaste de las mismas.

 

Creemos que se dará por enterado el ramo de construcción porque esto quizá revestirá los caracteres de una verdadera batalla, como también suponemos o lo aconsejamos que lo estudien los demás gremios y así se abordará el problema con serenidad. Pero al notar que el odio es el lema de la contienda, nuestra conducta pacífica será modificada emplearemos la táctica que las circunstancias aconsejen.

 

Por esto hemos acordado la necesidad de este manifiesto, creyendo que es un deber de conciencia, para que con conocimiento de causa podáis hacer la crítica y hasta fallar los acontecimientos. Por lo tanto persistimos en la huelga. El espíritu de los carpinteros es bueno: solo contamos con tres traidores dentro de quinientos que integran nuestra sociedad y tenemos la confianza en la solidaridad que se preparan a prestarnos los demás sindicatos y como nuestro siglo no está para milagros en verdadera lógica o razón nos damos cuenta que centenares de familias dependen de nuestro salario.

 

En el espíritu de equidad o en la educación burguesa que tano se fatiga en demostrar que la solución al problema social depende de la armonía entre el capital y el trabajo, no podemos creerlo, no hemos de escucharles: otro es nuestro programa, aunque sin negar su inteligencia mercantil fundada en los números, pues suman, multiplican, dividen, tienen en cuenta la materia prima, la máquina y nuestros brazos para redondear un negocio.

 

Unidos para resistir confiar que el hambre nos reducirá no comprendiendo que de la clase productora pueden desprenderse héroes, ignorando también que entre nosotros hay jóvenes entusiastas, estudian jurisprudencia y pueden realizar un acto de justicia.

 

Nosotros en el trabajo no somos inferiores a los compañeros del continente. En Valencia y Barcelona se pagan de doce a trece pesetas, mientras que aquí percibimos los irrisorios jornales que ha hemos indicado. Pudiendo por lo tanto asegurar que no existe tal diferencia en el sostén de la vida y para no ser muy extensos desistimos de detallar, pero al surgir la idea que pueden sufrir nuestros hijos, nuestras esposas o los ancianos una sensación de dolor invade todo nuestro ser, el sistema nerviosos se agita, el espíritu se exalta y altas vibraciones que experimentamos nos hace suponer que el aspecto de la lucha ha de cambiar, y tu pueblo en la crítica y en el fallo despréndete de la pasión y señala los responsables.

 

La lucha hemos de mantenerla, porque de fracasar contraeríamos una responsabilidad moral ya que todos hemos visto y oído como se desarrollan los movimientos en las luchas modernas. Gallegos, Asturianos, Andaluces, en Valencia, Zaragoza y Barcelona tienen en cuenta la ley del talión, ojo por ojo y diente por diente. Y aquí en esta Isla que es un presidio para nosotros los trabajadores y un delicioso jardín para los que vegetan recreándose en la paz y en la calma. Situación que es el resultado de nuestro estacionamiento porque vivimos aun en pleno feudalismo que es necesario acabar empleando nuevos procedimientos, lo exige el pensamiento, el concepto que tenemos de la justicia y por eso antes aconsejar queremos comprometernos; vamos a despejar el horizonte.

 

¡Arriba carpinteros! No basta con vigilar los talleres. No; es necesario buscar la guariada. ¡Con interés todos ¡A acabar con el reptil venenoso! y a cazar lobos quizás nuestra táctica sea provechosa. Nos observa la organización regional, se acabará el escepticismo, si nos asiste la razón no hemos de templar, no con señores, como verdugos y contra los que ejecutan y gozan en el sufrimiento ajeno, cuando no hay palabra elocuente, pluma privilegiada, ni argumento racional que puede convencerles; en la calle nos encontramos como salvajes, locos, fieras y deseamos morder.

 

Vigilad, pues, la contienda; sindicatos de todos los ramos la organización de todas las localidades dadnos el Urra y secundad. Una tormenta purificará la atmósfera; el rojo será el color entusiasta del progreso. Cada cual que defienda sus intereses pero con nobleza; a los canallas de la patronal envilecidos hay que despreciarlos; pero cuando se desvirtúan los hechos y determinan usando la mentira, corrompiendo el ambiente, es necesario tirar de la manta y desenmascarar al malvado indigno de vivir en el presente. Por eso antes de que suene el clarín, y no reconociendo más juez ni soberanía que la popular, rechazando la crítica o calumnia de sacristía; os retamos a controversia en público para que quede bien patentizado de una manera comprensible y clara al lado de quién está la razón en el orden económico.

 

A vuestra disposición; ya hemos dichos bastante; en vosotros solo se ve maldad y negocio. Aunque vuestras esposas vayan a misa no saben amar al prójimo.

 

Vuestra patria es lícita, pues ciegos por la peseta por este metal vil que alienta la hoguera de las pasiones humanas; el dinero … escudo y blasón de los ladrones, nos permite apercibir la emigración del oficio que a lejanas tierras marcha a cooperar el desenvolvimiento de la riqueza de privilegiados más sensatos. A qué escuela pertenecéis … miserables. ¿A quién votáis o que partido representáis? ¡Nos confundís al pensar que todos sois partidarios del hambre! Habéis prostituido nuestros abuelos os maldicen ¡ha! No es bastante la mejora económica necesitamos liquidar, es decir, un balance de cuestas y no hemos de retroceder un paso.

 

Por instinto de conservación todos los animales se defienden, el gorila se golpea el pecho y presenta cara al cazador.

 

Los pueblos que tenían que pagar el diezmo y el censo se rebelaron, el paria conquistó el nombre de obrero y nosotros vamos a la conquista final, a la última graduación. Queremos ser hombres y vivir sin que nadie nos explote o nos tiranice. Con este convencimiento nos reafirmamos en la lucha con todas sus conveniencias, y así como un guerrero nacional en Cuba dijo: “Acabaré con la guerra o con el país”, nosotros decimos, o el triunfo o arruinada la industria. Perjuicio para nosotros ninguno.

 

¿A dónde irá el buey que no are o trabajador que no sea víctima de la desigualdad social?

 

Toda la opinión no podrá ser nuestra, pero los que viven del salario, los que visten de harapos, los que sufren y viven en la ignorancia, que lean este manifiesto y consulten a los carpinteros y en el hogar, en la calle y en la tienda, sepan defender un estado de orden, paz y trabajo, demoliendo a medida de sus fuerzas cada cual este sistema social que nos envilece y como la antigua Roma marcha vertiginosamente hacia su descomposición. Ni el Zar ni Roque lo podrá evitar.

 

Carpinteros: si cada cual ocupa el lugar que le corresponde y cumple con su deber la victoria es nuestra.

 

Palma 28 octubre 1920

EL COMITE

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CULTURA OBRERA nº 65

6 de noviembre de 1920