1920 –  UN TRIBUNAL – En la Casa del Pueblo

 

La Unión de Curtidores celebró reunión el martes, día 6 del que cursa, cuya reunión fue mas bien un “juicio de faltas” contra varios compañeros que no se avienen con los mangoneos que realizan los que llevan el cotarro de la sociedad.

 

Abre la reunión el Presidente, señor Sastre, que estaba más asustado que los mismos acusados, por ser responsable de varias inmoralidades.

 

Diose lectura al estado de cuentas, y el compañero Vidal, pide la palabra, diciendo que no se puede aprobar porque hay diez pesetas que el mismo Presidente las sacó de la caja y no constan por lo tanto, en la misma. El Presidente por toda contestación, de un campanillazo y le corta la palabra, añadiendo, que no le fuera con músicas.

 

Después se pasó a discutir la actitud de ciertos compañeros que dejaron de cotizar a dicha sociedad, siendo el primero en declarar ante el Tribunal, el compañero Aguilar, el cual dice que si se dejó de satisfacer la cuota fue porque el Presidente presto de la caja 15 pesetas a un compañero y que su juicio era un atraco a los céntimos de los asociados.

 

Después tocole el turno al compañero García, el cual dice, que no pagaba porque se enteró que la sociedad hacia tres semanas que no pagaba a los huelguistas tranviarios mientras que seguía cobrando la cuota extraordinaria para los mismos.

 

Que no le fueran con romances fue la contestación del muy fresco Presidente señor Sastre retirándole, como al compañero Aguilar, la palabra.

 

El Jurado delibera y condena a los compañeros a la EXPULSION y a la multa de 25 PESETAS.

 

Ya lo sabéis, compañeros, “La Unión de curtidores” convertida en tribunal ordinario.

 

El compañero Vidal, increpa al Presidente diciéndole que es indigno del cargo que ocupa,. Pero él sigue con un cinismo repugnante detrás de la mesa; claro, ¿Cómo no ha de seguir si hace mangas y capirotes de los fondos de la sociedad?

 

Después se entabla otro debate acerca de la fundación de nuestro sindicato, teniendo el delegado de la autoridad que suspender la reunión.

 

Vosotros, jesuitas, disfrazados de socialistas, habéis dicho que nos habéis expulsado de VUESTRA casa, pero yo digo, que a pesar de vuestra condena, hemos sido nosotros el que os hemos dado el merecido puntapié al trasero, para cobijarnos bajo los auspicios de la nueva Federación Regional, limpia de parásitos y que con sus doctrinas promete días de gloria para el proletariado mallorquín.

 

Antonio Barceló

 

Palma, 11 de julio 1920

 

CULTURA OBRERA nº 49

17 de julio de 1920