1922 – ANTE EL PROXIMO CONGRESO DE LA CASA DEL PUEBLO – LO QUE QUIEREN LOS ANARQUISTAS 

Tratando del citado Congreso, “Cultura Obrera” de la semana pasada se quita la careta sindicalista y se expresa en los siguientes términos:

“Hacemos nuestra la siguiente manifestación del Comité de la Confederación Nacional del Trabajo: “Nosotros, esencialmente anarquistas, no admitiremos otras orientaciones e ingerencias en nuestra misión que aquellas que vengan de los mismos anarquistas. Nosotros rechazaremos toda modalidad de lucha que no se la de acción directa y que no persiga como fin la implantación del comunismo libertario”.

Y luego añade por su cuenta: “Sepan, pues, socialistas y no socialistas, que, efectivamente, deseamos que todas las Sociedades y obreros de la Casa del Pueblo sean anarquistas, partidarios de la acción directa y del comunismo libertario. Queremos que todos san antipolíticos y rebeldes, sin Dios ni Rey ni amo.

De todo lo cual se deducen las siguientes consecuencias:

PRIMERA: Que “Cultura Obrera” es un periódico anarquista y por consiguiente engaña al mundo llamándose “Órgano del Ateneo Sindicalista y de la Federación Regional del Trabajo de Baleares”, que no existe más que de nombre.

SEGUNDA: Que persiguiendo como fin la implantación del comunismo libertario, los anarquistas aspiran a formar gobierno y por tanto son tan políticos como los demás políticos.

TERCERA: Que no admitiendo en su misión otras orientaciones e ingerencias que las de los mismos anarquistas hacen de la CN de T un organismo de partido a base de la dictadura anarquista y de la sumisión absoluta a esa dictadura de todos los  Sindicatos que a ella se adhieran y no piensen y obren en anarquista 

CUARTA; Que la celebración del Congreso de la Casa del Pueblo es un acto político de los anarquistas para entregar atados de pies y manos todos los Sindicatos y obreros de la Federación Local a su partido (CN de T) y someterlos bajo su dictadura despótica, tan despótica como cualquiera otra dictadura; y

QUINTA: Que si bien es verdad que los anarquistas dicen que quieren vivir sin Dios ni Rey ni amo, también es verdad como queda demostrado que ellos quieren ser los dioses los reyes y los amos absolutos de los demás negándoles incluso el derecho a pensar.

¿Qué derecho a pensar ni que libertad tendrán los Sindicatos y obreros que ingresen en la CN de T si allí no se admiten orientaciones ni ingerencias más que de los que sean anarquistas?

La cosa ahora está muy clara. Los anarquistas son los iniciadores del Congreso de la Casa del Pueblo y suyas son las proposiciones que han de discutirse, que, como se sabe, consisten en que la Federación Local ingresa en el partido anarquista, salga de la Casa del Pueblo la Agrupación Socialista y se modifique la escritura de donación de ésta en sentido de poder destituir al actual Patronato y reconstituirlo a su capricho.

Quieren, en una palabra, que todo sea anarquista: los obreros, los Sindicatos, la escritura de la Casa del Pueblo, el Patronato y hasta creemos que el edificio y el mobiliario.

Y lo más chocante es que los anarquistas, haciendo coro con los jesuitas de “El Adalid” y con los de “La Vanguardia Balear” han repudiado inconsecuente e inmoral la aceptación de la Casa del Pueblo de manos de un millonario y ahora no tienen inconveniente en aceptarla con tal de que el Sr. March modifique la escritura a su gusto, esto es, que los dioses, los reyes y los amos del edificio sean ellos. ¡Pobre clase obrera si así fuera!

Más como quiera que los anarquistas proponen y los Sindicatos disponen, en el caso que nos ocupa estos han dispuesto que aquellos no pintan nada y que, por consiguiente, todos sus alardes sobre el Congreso y demás música celestial no son más que lirismos y fanfarria. Pues este Congreso sólo habrá servido para que los Sindicatos de la Casa del Pueblo extiendan la paleta de defunción, a los anarquistas y a los comunistas.

En paz descansen todos.

EL OBRERO BALEAR nº 1048

31 de marzo de 1922