1924 – CONMEMORANDO EL 1º DE MAYO

EN PALMA

Tal como estaba anunciado la Casa del Pueblo rindió tributo a la Fiesta del Trabajo. El programa confeccionado por el Patronato de la Casa se desarrolló sin el más mínimo incidente en medio de un entusiasmo y ambiente que no era dable esperar dadas la situación anormal que atraviesa España y sobre todo a los incidentes ocurridos días antes entre las Sociedades cobijadas en la Casa del Pueblo.

Estamos satisfechos pues, del entusiasmo y el orden que ha reinado en todos los actos.

El mitin

A las once de la mañana con una concurrencia numerosa que llenaba el patio de butacas y parte de la galería, se celebró el anunciado mitin. Presidió el acto el compañero Lorenzo Bisbal quien después de resaltar la significación del 1º de Mayo y poner de relieve las circunstancias en que lo celebra este año el proletariado español, dio lectura a una carta del Gobernador Civil en la cual se prohibía el que ningún orador hiciera crítica ni comentarios al actual régimen ni a ninguna institución del Estado como tampoco elevar ninguna petición. Hechas estas manifestaciones concedió la palabra al compañero Vicente Torres, en representación de la Sociedad de Oficios Varios, quien después de colaborar en las manifestaciones de Bisbal, aludió al paro unánime que se observa en Palma, prueba de ello –dice- de que la Fiesta del Trabajo, se va consolidando de cada día mas. Aconsejó a los trabajadores que hoy más que nunca ingresen en sus respectivos gremios aprestándose a la batalla definitiva para el logro de sus máximas aspiraciones. Terminó con un vibrante viva al 1º de Mayo, que fue contestado en medio de entusiastas aplausos.

Acto seguido hizo uso de la palabra el compañero Bernando Galmés, en representación de la “Agrupación Socialista”, quien emocionado recordó que hace siete años tuvo que abandonar este pedazo de terruño y que desde aquel entonces no había tenido contacto verbal con los trabajadores mallorquines. Después de hacer notar en las circunstancias excepcionales en que se celebraba el mitin, hizo acabada descripción de la lucha de clases, citando textos de la magnífica obra “La república de Platón”.

Demostró con grandes razonamientos el error de los anarquistas al intentar estos tergiversar la significación del 1º de Mayo, pretendiendo demostrar que su procedencia deriva de los sucesos de Chicago.

Terminó con enérgico párrafo invitando a los obreros a que se capaciten para la lucha final (Aplausos)

Finalmente se levantó el compañero Sebastián Ferretjans, en representación de las Sociedades “El Trabajo” y “Salud y Cultura”.

Empezó diciendo que dado las circunstancias anormales de España, este año el 1º de Mayo sería muy limitado, pero que en compensación a este contratiempo tenemos la satisfacción de contemplar como en la inmensa mayoría de naciones del mundo se celebra el 1º de Mayo, en medio de un enorme avance hacia el progreso y emancipación del obrero. Rusia, Inglaterra, Dinamarca, son gobernadas por la clase trabajadora. Las elecciones en Alemania y Francia, serán otras tantas victorias proletarias.

Termina haciendo un llamamiento a la juventud para que saliendo del fango del vicio y prostitución se alisten en las filas de la organización formando la vanguardia que dé vigor y aliento a aquellos viejos camaradas, que agotados dieron su savia y vitalidad en holocausto de los ideales (Aplausos)

El compañero Bisbal, hace el resumen de los discursos de los oradores, inmediatamente da lectura a las conclusiones que deben ser elevadas al Directorio siendo aprobadas. Acto seguido diose por terminado el acto, en él muchos elementos que se llaman adictos a la Unión General de Trabajadores brillaron por su ausencia. ¡Espectáculo edificante!

La Velada

En víspera del 1º de Mayo, celebrose eje p Teatro de la Casa del Pueblo, la anunciada Velada.

A pesar de que los eternos sembradores de discordias habían organizado otra en el Balear, el Teatro nuestro se vio concurridísimo, llenando todas las localidades y parte de la galería.

El Orfeón “Salud y Cultura”, dirigido por su profesor D. Pedro A. Miralles, cantó varios himnos, demostrando sus progresos. Fue muy aplaudido.

La Compañía de Juan Forteza, volvió a triunfar con La Aldea de San Lorenzo, que fue interpretado de forma irreprochable, destacándose la labor del Sr. Miserol, quien interpretó el cabo Simón, de un modo enorme, arrancando frecuentes ovaciones. Forteza y la Sra. Beneyto, muy bien, Mayol, lleno de vis cómica y la niña Vaquer un prodigio de precocidad. En fin, e dio la sensación de ser la única compañía de aficionados que demuestra algo de conjunto. Von esto queda dicho todo elogio.

Por los elementos de la Cátedra de “Salud y Cultura”, púsose en escena La Casa de los milagros que fue discretamente interpretada por los artistas en infiernes. Vicente Nicolau, estuvo hecho un Segura o un Pedrola y Sureda, vistió un Campanita como pocos, Vaquer y Rigo, no desmintieron en nada de sus compañeros. Las señoras Martorell y Antelm, como siempre, dos consumadas artistas.

Y por último, como fuera de programa la ya indispensable Anita Ramis, cantó dos cuplets (eran las dos de la madrugada), con una peculiar picardía, recogiendo otras tantas ovaciones del público que considera al Ramis, como cosa de la Casa.

El Festival de la tarde

Fue el último acto organizado por la Casa del Pueblo. A pesar de la mucha gente que subió al campo y a lo poco anunciado que estaba el citado festival se vio en extremo concurrido.

La banda de música que dirige el Sr. Sureda amenizó el acto con alegres piezas que la gente joven aprovechó par bailar un rato previo permiso del Patronato, solicitado por un numerosos grupo de socios de “Salud y Cultura”.

El Orfeón de la Casa, cantó varias composiciones entre ellas El 1º de Mayo, acompañado por la banda de música.

Durante el acto tuvimos el honor de tener entre nosotros un rato al insigne D. Gabriel Alomar acompañado de nuestro correligionario D. Alejandro Jaume.

El acto, en el que reinó la mayor alegría, terminó cerca de las ocho de la noche, guardando todos una compostura y buen orden cual se merece la Casa del Pueblo.

EL OBRERO BALEAR nº 1152

9 de mayo de 1924