1924 –  La fiesta del 1º de Mayo

 

He aquí las conclusiones que presentan los obreros de la Casa del Pueblo y que elevaran al Directorio.

 

“Reclamar del Gobierno la normalidad constitucional.

 

Pronto término de la guerra de Marruecos.

 

 

Que se hagan efectivas las responsabilidades militares y civiles derivadas de la intervención de la guerra de Marruecos.

 

Amplia amnistía para todos los presos o procesados por delitos políticos o sociales.

 

Que se adopten las medidas necesarias que tiendan a resolver la crisis del trabajo y la carestía de la vida.

 

Que se promulgue una ley de control sindical en las industrias.

 

Afirmar que la aspiración de la clase trabajadora es socializar los medios de producción y de cambio.

 

Que la Sociedad de Naciones se democratice según propone la Federación Sindical de Amsterdam”

 

LA ALMUDAINA

01.05.1924

 

En el salón-teatro de la Casa del pueblo, se celebró a las diez y media de la mañana del día 1º de Mayo el anunciado mitin organizado por el Patronato, con la adhesión de la mayoría de Sociedades domiciliadas en la Casa.

 

Como delegado de la autoridad asistió el segundo jefe de policía señor Homar.

 

El número de asistentes ascendía a unos cuatrocientos.

 

Hicieron uso de la palabra los compañeros Vicente Torres, Bernardo Galmés, Sebastián Ferretjans y Lorenzo Bisbal, abogando todos por la solidaridad obrera, que ha de conducirlos a los fines que su gran obra social reclama, recomendando no desmayen en sus entusiasmos y sometiendo a los concurrentes, para su aprobación, las conclusiones, que fueron aprobadas por aclamación, y siendo muy aplaudidos todos los oradores.

 

Terminado el acto una comisión integrada por elementos de la Dirección del Patronato y algunos oradores que en el mitin tomaron palabra llevaron al Gobierno civil dichas conclusiones para que a su vez fueran elevadas al Directorio.

 

oooOooo

 

Así como los obreros asistieron en escaso número a la Casa del Pueblo, en cambio se lanzaron a la vida del campo, a pasar el día en plena naturaleza, y el tiempo convidaba a ello, pues reinaba un temperatura estival.

 

La ciudad estaba desierta: todo cerrado, incluso los cafés.

 

LA ALMUDAINA

03.05.1924