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El «marinero» Coll Memoria Civil, núm. 37, Baleares, 14 setiembre 1986 Antoni Nadal
Antoni Coll Prohens Antoni Coll i Prohens va nèixer l'1 d'abril a Felanitx, en una casa del carrer de Cala Figuera, de mare felanitxera i de pare sineuer. Era militant de les Joventuts d'Esquerra Rerpublicana i prestà servei a la Infanteria de marina, arma en la qual assolí el grau de sergent. En esclatar la guerra del 1936, ingressà a les Milicies Populars i es va destacar pels seus actes de valor com a caçador de tancs. Per acomplir la seva missió, Coll solament comptava amb granades de mà i còctels Molotov. Així i tot arribà a inutitlitzar quatre tancs durant la defensa de Madrid, el novembre de 1936. L'arriscada proesa va esvair el mite de la invulnerabilitat dels carros blindats que s'havia estès fins aleshores. Antoni Coll, però va morir el 10 de novembre de 1936 en el Cerro Blanco de Madrid quan provava de repetir l'acció. Tenia 21 anys i va morir amb una bomba a la mà dreta, Poc després de la seva mort, la Junta de Defensa creà la primera companyia de caçadors de tancs a la qual posaren el nom de l'heroi felanitxer seguint el costum milicià d'anomenar les agrupacions militars amb els apel·latius dels combatents distingits. Al mateix temps es varen composar romanços que evocaren les accions del mariner Coll i que contribuïren a augmentar-ne la fama. Alguns d'aquests romanços ha estat recollits en el volum El romancero del Ejército Popular editar per l'editorial Nuestra Cultura
El marinero Coll dio nombre a la Compañia de Cazadores de tanques. He aquí el cartel destinado a reclutar voluntarios para esta arriesgada misión
ANTONI COLL I PROHENS Joven sargento de Marina, muerto en la defensa de Madrid el 10 de noviembre de 1936. Antonio Coll se convirtió en un modelo de arrojo entre las Milicias Populares al inmovilizar cuatro tanques con granadas de mano. Esta celebrada hazaña rompió con el mito existente hasta este momento sobre la invulnerabilidad de los carros blindados. EL ROMANCERO DEL EJERCITO POPULAR.- EDITORIAL NUESTRA CULTURA.- COLECCION PUEBLOS IBERICOS ANTONIO COLL Por mil relojes de arena pasan granos de recuerdos narran las gloriosas gestas de noviembre, al pensamiento. Escribió en el Cerro Blanco, con sangre sobre la tierra, Coll, mallorquín generoso, hechos dignos de epopeya. -¿Dónde vas Antonio Coll? ¿No oyes bramar a la fiera? ¿No oyes rugir el motor encima de tu cabeza? Mudo, el bravo marinero, avanza, cara a la hierba, va nadando entre las balas y las balas le respetan- -!Compañero, que te aplastan los tanques contra la tierra¡ Un monstruo dio un coletazo vomitando baba negra. Quebró la explosión en viento, cesó un momento la guerra. Los moros se vieron blancos, y los blancos con faz de cera. Antonio Coll quedó muerto con una bomba en la diestra. En lo negro de la noche dibujaban las estrellas laureles de la corona que dedica a Antonio Coll la manola madrileña. Envueltos de roja nube cantan los niños en rueda: !Antonio Coll quedó muerto con una bomba en la diestra; escribió en el Cerro Blanco hechos dignos de epopeya Luciano Garcia
A ANTONIO COLL
¡Qué huracán brota en los aires¡ !Qué muerte brota en los vientos¡ Por Carabanchel avanzan regulares y del tercio. Nunca tomarán Madrid. !nunca¡, que nunca han de verlo esclavizado y sin honra las gentes del extranjero. Ya marchan sobre Madrid legionarios y rifeños, con aviones y tanques, con cañones y morteros. En pie los espera, firme, dispuesto a morir el pueblo. Roto de impaciencia se alza un valiente marinero, que de pie en la barricada alienta a los madrileños. Con golpes de dinamita va desfilando el miedo, y cuatro tanques sucumben bajo su tiro certero. Aúnque te lloren mujeres, estás vivo, no estás muerto. Tú nunca podrás morir, Antonio Coll, marinero, que el mar por Madrid dejaste. !Viva el marino del pueblo¡ Anonimo
AL MARINERO COLL
Antonio Coll. compañero, que en tu mirada llevabas reflejos de mares limpios y de navíos veleros. Antonio Coll, profundo como el Océano y de espíritu concreto, pleno de ideal y vida, en tu fondo no te hirieron. Te mataron sólo el cuerpo, Antonio Coll, compañero, de hombres y lunas, poseedor de los secretos de donde está el heroísmo pleno de sol y luceros ... Caíste sin ser vencido, y tu muerte vengaremos construyéndote un navío color rojo y verde cielo, que si una bala segó tu valor de guerrillero con cascos de bombas tuyas tu barco reconstruiremos. Descansa en paz, marinero. Leugim Serrot (no cal dir que nom Miguel Torres)
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