Levantamiento del estado de guerra
Ya suponíamos y los hechos no han
dado la razón, de que el estado de guerra
se levantaría tan pronto como el Comité de
huelga fuese juzgado. Y esta idea puede ser
descabellada, pero el caso es que tan pronto se
ha juzgado y sentenciado a dichos individuos el
Gobierno del Sr.
Dato ha hablado y levantado es estado de
guerra.
Ello nos demuestra que este ministerio no tiene
fuerza suficiente para acallar los clamores del
pueblo y como no tiene fuerza tiene que recurrir
al estado de guerra.
Esto nos dice bien claro de lo que puede este
Gabinete que para gobernar se vale de la
censura, que tiene miedo a la prensa que teme a
los obreros, que teme, en fin, a todos.
Bien está lo que hace, pues ello es más que
suficiente para saber de que pié cojea el Sr.
Dato.
El sábado recibieron órdenes del Gobierno las
primeras autoridades de la provincia y se
reunieron levantando el estado de guerra y el
domingo fue fijado en los sitios de costumbre de
nuestras calles el siguiente bando del General
Gobernador.
“Hago
saber.- Que en virtud de lo acordado por el
Gobierno y telegráficamente me comunica el
Excmo. Sr. Ministro de la Guerra con fecha 5
del actual, previos los trámites que
determina el artículo 32 de la vigente Ley de
Orden Público, he dispuesto:
1º Queda levantado el estado de guerra en el
territorio de las Islas Baleares.
2º Las autoridades y tribunales civiles entrarán
en el pleno ejercicio de sus funciones.
De modo que ya no hay estado de guerra, pero en
cambio seguimos a la censura. Vean el bando que
ha publicado el Gobernador Civil de las
Baleares.
“Hago
saber.- Que habiendo quedado levantado con
esta fecha el estado de guerra, creo oportuno
recordar a los habitantes de esta provincia que
subsiste la suspensión de garantías
constitucionales continuando por tanto en
suspenso las garantías expresadas en los
artículos 4º,5º,6º y 9º y párrafos 1º,2º y 3º
del artículo 12 de la Constitución de la
Monarquía”.
Y así seguiremos hasta que al Sr. Dato le
acomode, pues si son ciertos los rumores de que
las elecciones se harán con las garantías
suspendidazas hay para rato. La cuestión es
afianzarse en el poder.
Núm. 818, 12 de octubre de 1917
|