CRISIS

 Era de esperar que hubiera crisis, pero no esperábamos que se desarrollara como se ha desarrollado. No creíamos que el Rey echara del poder  a Dato a puntapiés, pues no de otra forma lo ha hecho. Prueba de lo que decimos es lo que sucedió y que el mismo Sr. Dato manifestó así:

 

-         Tuve despacho con D. Alfonso , y como está informado de todas las manifestaciones de la opinión pública, me preguntó si estimaba procedente consultara a los hombres públicos acerca de la situación.

 

Yo manifesté que esa pregunta con que me honraba significaba una vacilación de su espíritu acerca de la conveniencia o no del mantenimiento de la confianza que otorgaba a este Gobierno, si que se la concedió ilimitada. La pregunta de D. Alfonso me aconsejó presentar mi dimisión y la de todo el Gobierno, colocando sobre mi cabeza la sabiduría de la Corona y su conducta constitucional.

 

Al volver de Palacio rogué a todos los ministros que vinieran a la Presidencia. Les di cuenta de la resolución adoptada, que aprobaron unánimemente, quedando planteada la crisis. A las seis de la tarde volveré a Palacio a recibir órdenes, y hoy mismo comenzarán las consultas.

 

Como se ve, bien claro demuestra esto que Dato ha sido echado del poder.

 

Puede seguir diciendo que la opinión estaba a su lado, más lo que es esta vez se ha engañado.

 

Quienes están a su lado son sus apaniguados, son los que le deben favores, son los que han engordado al lado suyo. Lo que es la opinión no estaba a su lado y prueba de ello es que todos los partidos le hacían la guerra.

 

El Rey ha encargado a Sánchez Toca la formación de un gabinete de concentración sin que hasta la hora presente haya dado satisfactorio resultado sus gestiones.

 

¿Quién quedará? Difícil es averiguarlo.

 

En cuanto a Dato nada queremos decir. El, fue el causante de la última huelga general, él, el que ha avivado el fuego para que nuestros compañeros vistieran el traje de presidiario, él, el que se ha valido del poder para cometer toda clase de atropellos. Lo tendremos en cuenta.

 

Ahora veremos quien será el mortal que venga regirnos.

 

Esta crisis es de las más agudas. ¿Cómo está el régimen monárquico? Creemos que el pedestal en que se aguanta está ya a punto de caer.

 

Así lo desearíamos.

 

Izquierdas; a luchar ahora más que nunca. Esta crisis nos da la victoria.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 821, 2 de noviembre de 1917

CRISIS DE SUBSISTÈNCIES