Los conflictos del trabajo

La Unión General

El Comité Nacional a las Secciones y a la clase obrera organizada

 

Compañeros: Escribimos estas líneas dolorosamente impresionados por lo que está ocurriendo en España con los trabajadores que la necesidad les obliga a reclamar un justificado aumento en su salario, para poder comer, nada más que para poder comer.

 

Grandes esfuerzos tenemos que hacer para que no se apodere de nosotros la indignación que sentimos ante brutales atropellos que se están cometiendo con los que reclaman pan y justicia.

 

La conducta que el Poder público observa con los trabajadores que se declaran en huelga es, a más de abusiva, de burla y de desprecio.

 

No le basta al Gobierno ponerse descaradamente a favor de los explotadores, poniendo a la disposición de éstos las fuerzas coercitivas, sino que persigue, encarcela, apalea y hiere a los huelguistas.

 

Lo acaecido en Aranjuez, en pueblos de la provincia de Toledo, en Mérida, en Llano del Beal, y lo que está sucediendo con motivo de la huelga de los obreros marinos y del arte textil es un baldón de ignominia para un Gobierno que se llama liberal. A éste debieran merecerle más consideración los conflictos que la apremiante necesidad y el hambre suscitan en nuestro país, para con la debida reflexión y exacto conocimiento de las causas que los originan, resolverlos con equidad y con justicia.

 

En vez de hacer esto, el Gobierno se lía la manta al cabeza, yen Barcelona sus subordinados se entregan a la salvajada de apalear a indefensas mujeres, muchas de ellas con criaturas en los brazos, sin que los gritos de espanto y de terror de estos tiernos seres hayan merecido de sus perseguidores más que la exasperación cruel.

 

Tal es lo que se deduce del relato que “La Publicidad”, de Barcelona hace de los sucedido con motivo de una manifestación de mujeres huelguistas del arte textil en aquella población.

 

Ante estos hechos y los que están sucediendo con aterradora frecuencia en toda España, cuando los trabajadores hacen uso del legítimo derecho de huelga, las organizaciones obreras no pueden permanecer pasivas, no pueden permanecer calladas, pues ello supondría abandono de los más elementales deberes de la solidaridad de clase.

 

Este Comité nacional recomienda a todas las organizaciones obreras que protesten lo más rápidamente posible contra la conducta observada por el  Gobierno en las huelgas, y muy especialmente por lo que hace en la de los obreros del mar y la del arte textil en Barcelona.

 

Esta conducta de quienes gobiernan merece por parte de los trabajadores organizados una enérgica protesta, una contestación rápida, haciéndole saber que no estamos dispuestos a tolerar los atropellos que vienen cometiendo contra todo derecho legal.

 

Madrid, 24 de junio de 1916.- Por el Comité nacional: VICENTE BARRIO, secretario.- FRANCISCO LARGO CABALLERO, vicepresidente.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 752, 1 de julio de 1916

CRISIS DE SUBSISTÈNCIES