A los republicanos y socialistas de Mallorca

 

Hace ya tiempo que venimos pensando en la idea de que los socialistas y los republicanos celebremos una magna Asamblea de todas las fuerzas de ambos partidos de Mallorca con el fin de estrechar más nuestras relaciones y señalar una línea de conducta política que unifique y haga más intensa y efectiva nuestra común acción.

 

Convencidos de que las únicas fuerzas políticas de esta isla que se mueven alrededor de un ideal noblemente sentido y propagado, son las fuerzas socialistas y republicanos, y que solo ellas tienen la virtud de la consecuencia, la fidelidad y la abnegación por sus respectivos principios y compromisos recíprocamente contraídos, y creyendo que con una inteligencia más estrecha entre ambos podría llegarse a un mayor resultado positivo, tanto en la organización general de dichas fuerzas como en la dirección y eficacia de las luchas que se entablen contra nuestros adversarios comunes; dado el caso que debido a desengaños pasados y falta de consecuencia política de los que se llamaron nuestros afines, se han alejado del campo revolucionario elementos valiosos que no tienen fe ni esperanza en los hombres que hasta hoy les habían dirigido, sembrando también la apatía y la indiferencia entre las masas, que han perdido toda confianza en la república y en sus hombres, a los que consideran iguales que los monárquicos puesto que con ellos han venido confundiendo sus ideas y sus procedimientos; considerando que el partido socialista ha dado pruebas en toda España de ser el más consecuente partidarios de la república y que por su abnegación y constante propaganda política y económica ha llegado a ser la fuerza más terrible y mejor organizada del país, a la que rinden culto y admiración incluso los adversarios; considerando que la norma que sigue el partido socialista no subordinando su organización ni sus ideas a jefatura alguna y manteniendo siempre una sana disciplina en sus afiliados, es la base que podría adoptarse para la reorganización de todas las fuerzas antimonárquicas, que son numerosas pero que viven dispersas y alejadas de toda organización política, por las causas anteriormente expuestas entendiendo que los republicanos que hoy existen en Palma aceptarían en un todo los principios económicos del socialismo sin perjuicio de laborar conjuntamente con los socialistas por la constitución de un régimen republicano en España, del mismo modo que los socialistas aceptamos ya el principio político de los republicanos y con ellos venimos luchando para implantar la nueva forma de gobierno.

 

Por todas estas consideraciones y otras que nos reservamos para mayor ocasión, creemos oportuno hacer una llamada a todos los socialistas y republicanos de esta isla para ver si sería posible celebrar la Asamblea de que hablamos al principio de este artículo y de ella saliera la formación de un gran partido socialista sobre las bases sólidas que inspiraran verdadera confianza en las masas, lo mismo por su contenido doctrinal que por la seriedad de sus actos y por la disciplina de su organización.

 

El programa y organización de dicho partido podría ser el mismo que hoy tiene el partido socialista, añadiéndole únicamente la aspiración política de los republicanos, o sea sustituir la monarquía por la república.

 

Mas como esta aspiración es también la de los socialistas y por ella vienen luchando desde 1909, resulta que si los republicanos aceptaban nuestros principios económicos bastaría con que ingresaran en el partido socialista para ver atendida la aspiración de todos dentro el mismo programa.

 

Tenemos la certeza de que a excepción de los reformistas (que en Palma ya no se distinguen en nada de los monárquicos) todos los republicanos aceptan la lucha de clases y sienten verdadera simpatía por nuestros ideales. Solo una preocupación mal entendida y su tradicional amor al partido republicano les retiene fuera de nuestras filas, en donde encontrarían amplio campo de lucha para combatir a la monarquía y defender al mismo tiempo a los trabajadores de la expoliación capitalista de que son víctimas. Pues no son solo las formas de gobierno que hay que modificar y transformar, sino también las formas sociales injustas y de privilegio económico como la presente, en la que viven miserablemente y sucumben los más y los mejores y se enriquecen y gozan los menos y los inútiles.

 

Piénsenlo los republicanos y vean si tenemos o no razón.

 

De todos modos creemos conveniente la Asamblea y sobre este punto llamamos la atención de republicanos y socialistas para que expongan su opinión.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 842, 29 de marzo de 1918

esdeveniments - eleccionsmunicipals - 1917 - EOB - 842.html