La guerra de Marruecos

 

Vampiros, plutócratas y esclavos supersticiosos e ignorantes son los que a través de las nebulosidades gubernamentales confían en un porvenir halagüeño conquistando el territorio africano, la avaricia en los primeros e idiotez en los segundos son prendas de gran valor en el régimen burgués; más no sucede lo propio en las teorías modernas, la Ética y la Moral son el guía, son el director que nos conduce a alcanzar y lograr la bella paz.

 

Épocas milenarias son testigo fiel del efecto de las guerras. La guerra es fiel reflejo de la barbarie primitiva y por ella los pueblos se sobreponen unos a otros, por la misma se odian y matan padres e hijos, por ella se malquista la Humanidad, las altas pirámides declinaron sus cúspides por la luche entre seres humanos.

 

España se ve perdida por las guerras; por esto no queremos conquistas en Marruecos, pues únicamente unos cuantos vividores y algunos profesionales aplauden los avances de Marruecos y pretenden demostrar que no hay guerra, pero los hechos nos enseñan lo contrario; así es, desde el 9 de Julio hasta la fecha se han mandado 4.500 hombres a Alcazar, digan, falsificadores del embuste, sino hay peligro, ¿para qué se quiere allí esa gente armada? ¡Ah! Ya es hora que el pueblo despierte y se oponga a todo despilfarro, que tarde o temprano ha de traer graves consecuencias, como sucede con el incidente acaecido con motivo de impedir el paso a un teniente francés, el cual si no fuera por el miedilis, seria suficiente para liarse la manta a la cabeza y dar una contestación al estilo de la que se dio al gobierno americano cuando la perdida de las colonias. Pero no es tarde cuando bien llega.

 

Ya habrá ocasión –y no tardará- para emprenderla.

 

Por nuestra parte por más que digan ni por más que hagan, no hemos de retroceder en nuestra campaña antiguerrera.

 

Somos enemigos de la guerra y la combatiremos en todos los terrenos legales, y, si preciso fuera llegaremos hasta donde nos lleven las circunstancias.

 

La paz es el emblema del amor fraternal.

 

La guerra es la insignia del egoísmo brutal.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 489, 29 de julio  de 1911

 

Veure : Guerra del Marroc

 

fideus/