¡OH “LA ALMUDAINA”!

Antes de que el diario de la mañana se convirtiera en lacayo de Maura y porta-estandarte en Palma de la Solidaridad catalana; es decir, antes de perder el juicio y la seriedad que siempre la hizo descollar sobre el nivel de los demás periódicos locales, el público palmesano encontraba en sus columnas, el reflejo de la imparcialidad en las informaciones y noticias. Así se captó muchas simpatías y logró reunir un gran número de suscriptores en toda Mallorca, pudiendo decir en verdad que llegó a ser el periódico de mayor circulación de la isla.

Pero de algún tiempo a esta parte ha sufrido una transformación tal, se ha desviado de tal modo del procedimiento imparcial y sincero, que no parece sino que se ha empeñado en engañar a sus lectores desfigurando los hechos y falseando la verdad. Y ello tal vez obedece a que, habiendo ya adquirido fama y nombre, su propietario ha querido aumentar las ganancias buscando un personal el más inepto del arte reparteril, ese personal infantil que, desconociendo la misión del periodista y careciendo de las más elementales nociones de todo aquello que no es menudo, se les permite juguetear en los periódicos ofreciendo su pluma por unos chavos.

Porque cuidado que el reporter que reseñó en La Almudaina el meeting celebrado el día 1º de Mayo en la Plaza de toros, debe ser de los más miopes o algún chiquillo que ha tomado a los lectores del citado diario por pelotas americanas; porque decir que a aquel acto solo asistieron unos quinientos obreros y un centenar de muchahos, es necesario ser demasiado muchazo o algún escritor de “Crónicas Menudas”.

Y es que para La Almudaina todo lo que no huela a maurismo o catalanismo es menudencia.

Si el E.O tuviese que mantener de su sueldo a todos los asistentes al meeting que pasaban de DOS MIL, estamos seguros que no tocaría a habichuela por barba.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 335, 4 de mayo de 1907

 

fideus