Vicente Torres Juan        Recuerdo

Hoy 1º de Mayo, fiesta de los trabajadores, deber ineludible es, recordar el nombre inmaculado del venerable apóstol del Socialismo, que en vida se llamó Pablo Iglesias Posse.

Hoy dolorosamente se encontrará un vacío muy grande con la pérdida del estimado “abuelo”, ya su voz clara no se dejará sentir, sus palabras dulces y consejeras no podrán alentar a las muchedumbres, ni su trémula mano podrá tampoco estampar en el papel sus pensamientos y doctrinas.

¡Cuán triste es todo esto para los que de él hemos aprendido algo!, pero la funesta muerte no perdona, es la naturaleza que cumple su sentencia; esta vez nos quitó a uno de los más buenos y valerosos soldados, murió nuestro maestro abrazado a las ideas, defendiendo a los humildes, predicando por pueblos y ciudades los Evangelios del Socialismo, infiltrando en el cerebro de los proletarios la paz y el amor que deberá reinar cuando llegue el triunfo de éstos. Hasta la hora de la muerte no desfalleció en su labor cotidiana, sus últimas miradas, sus últimos escritos, cuando seguramente sus fuerzas vitales ya se le acababan, fueron dedicados a las compañeras del ramo textil de Mallorca, víctimas en aquel entonces de un brutal loukout patronal. ¡Cómo no recordar en este día a Pablo Iglesias los trabajadores mallorquines! ¡Cómo no! si él fue, puede decirse, quien después de muerto influyó en el triunfo de aquellas compañeras; recordémosle en este día a todos los trabajadores, procuremos infiltrar en su conciencia algo de sus inolvidables consejos, de aquellas gloriosas exhortaciones que escribía en EL SOCIALISTA y si logramos hacer esto y si podemos llegar a enseñar algo a las masas de lo que predicó y enseñó nuestro maestro será uno de los homenajes más grandes que le habremos tributado.

Que sea, pues, éste 1º de Mayo un día de amor entre los trabajadores, que sea un día de propaganda para el Socialismo, un día que ilumine a la humanidad para seguir rectilíneos hasta la meta del Socialismo que es sinónimo de Fraternidad, Igualdad y Justicia.

Vicente Torres Juan

EL OBRERO BALEAR nº 1255

1 de mayo de 1926