MITIN PRO MINEROS – LLUCMAJOR

Organizado por las Sociedades Obreras de esta localidad, celebrose el día 31 del próximo pasado el antedicho mitin en el salón del Centro Obrero.

 

A las tres y quince minutos el compañeros Miguel Tomás declara abierto el acto y dice que su objeto no es otro, sino el de protestar contra la tiranía que ejercen las Empresas mineras con los trabajadores que explotan sin ninguna consideración, y de las autoridades que, haciéndose el sordo, permiten que de una manera escandalosa se falta a la legislación obrera.

 

Antonio García, expone a los reunidos la importancia de la serie de artículos publicados en El Socialista de las investigaciones hechas en las diferentes minas, por el notable escritos Ciger Aparicio. Dice que una de las ventajas de los mineros, sería la jornada de ocho hora, puesto que, ya que apenas pueden comer, a lo menos tendrían algún tiempo de descanso que les recompensaría de la ruda labor que realizan, y excitó a los trabajadores para que coadyuven al triunfo de sus compañeros.

 

Tomás Miguel, dijo que uno de los tantos abusos que vienen cometiendo las Empresas, no es menos odioso el que ejercen con las cantinas obligatorias, pues de las treinta pesetas, mas o menos, que cobran al mes, no les basta para satisfacer el consumo hecho en la citada tienda, quedándose los pobres compañeros, sin poder atender a las otras necesidades de su familia.

 

Ignacio Puigcerver calificó de criminales a los empresarios de las minas por el número exorbitante de víctimas que se producen entre los mineros a diario, por estas faltos de la correspondiente inspección que se debe ejercer en las citadas minas por una Comisión capacitada para el caso y, por la necesidad de la reglamentación de dichos trabajos para evitar en lo posible el número crecido de accidentes; pero como la compañía es la única mandataria y dispone a su antojo desde la primera autoridad  al último gendarme, es por lo que, todo sigue a pedir de boca (para las Empresas) y los mineros continúan siendo más esclavos que nunca.

 

Juan Monserrat, que fue el último y la primera vez de su vida, desde que profesa las ideas socialistas, que se atreve a hablar en público, dice: Con respecto a la supresión del trabajo de mujeres y niños, horroriza el pensar cuando una mujer, en el período de embarazo, por escasez de medios de subsistencia tiene que afrontar un penoso trabajo considerablemente superior a sus fuerzas físicas y morales, y no sólo se perjudica su organismo que da a luz a seres raquíticos y anémicos, que a su progénita edad arrastrados por la miseria de sus padres, tienen que seguir los mismos lemas que sus antecesores.

 

Tocante a la jornada de ocho horas dijo: es indudable que con un trabajo desproporcionado se origina exceso de producción, y cuando este caso llega, no faltan millares de obreros echados a la miseria o al crimen más tarde y sino aquí tenemos a Inglaterra que por exceso de producción, pasa lo que en Riotinto. Censuró que el Gobierno no disponga de un millón de pesetas para socorrer a las familias de los obreros accidentados o en su defecto que se obligue a las compañías explotadoras que abonen pensiones vitalicias a las familias de los mineros antedichos.

 

Atacó duramente al Gobierno de Maura por dicha leyes como la del terrorismo y no dicta una para evitar el terror que sobrevendrá en Riotinto cuando despierten de su largo letargo los infelices mineros, y puso fin a su discurso diciendo lo justo que seria que antes de obligar a la compañía a pagar pensiones, se dictadse una ley que hiciera imposible los accidentes.

 

Y tras breves palabras del presidente se dio por terminado el acto.

 

Un oyente

 

Lluchmayor, 1 Febrero de 1909

  

EL OBRERO BALEAR

Núm. 375, 13 de febrero de 1909

 

fideus/