Momentos críticos En la actualidad atravesamos un tiempo de crisis, no ministerial sino nacional. El Sr. Canalejas desde la cumbre del poder ha podido comprender lo difícil que se hace hoy la permanencia de estar sentado a la poltrona, porque la lucha entablada en nuestra Cámara por la minoría de Conjunción republicano – socialista pidiendo la revisión del proceso Ferrer, asunto que no lleva trazas de resolverse tan pronto como es el deseo del Sr. Canalejas. Ya han tomado parte en el debate prestigiosos oradores, entre ellos los Sres. Soriano iniciador del debate, Melquiades Álvarez, Salillas, Salvatella, etc., etc., pidiendo a la Cámara la revisión de un proceso que todo el mundo considera una enormidad y que la Europa en los actuales momentos tiene su vista fija en nuestro Parlamento analizando este debate. Bien claramente nos lo demostró con su hermoso discurso D. Melquiades Álvarez, aportando una infinidad de datos contundentes de la inocencia de Francisco Ferrer, datos que de seguro no podrán los conservadores destruir porque van acompañados de la justicia y la razón. El Sr. Canalejas en sus discursos nos ha demostrado que en manera alguna permitirá que la Cámara acuerde lo que con tanto tesón piden los republicanos y lo que pide el país, no quiere tolerar la revisión porque lo considera una iniquidad que un fallo dictado por un tribunal militar sea revisado por otro. Ellos, los conservadores, también pondrán todo lo que puedan de su parte, no porque no se haga la revisión, sino porque ven que si tal se hiciera sería la muerte política de su jefe señor Maura y de su aliado Cierva , y tal vez del mismo partido conservador para no volver más a regir los destinos de una nación cansada de sufrir humillaciones, desea acabar de una vez para siempre con políticos tan farsantes que nos llevaron a una desastrosa guerra sin provecho ninguno para el país, pero sí para uno honradísimos burgueses. Acabemos si, pero que sea de verdad, sin eufemismos de ninguna clase, procedamos con energía, llevemos en el Parlamento la verdadera voz del pueblo que desde sus rincones piden a sus representantes justicia; no desmayemos un momento en nuestra campaña parlamentaria; incitemos a nuestros compañeros que mantengan inhiesta la bandera de combate frente a todos los partidos reaccionarios de la España; démosles alientos para que en el Parlamento no decaigan sus ánimos; pongámonos a su lado para ayudarles en su empresa y que no les falte un momento nuestro concurso. Si la Cámara acordase no hacer la revisión del proceso que con tanto tesón pide el pueblo español, entonces un recurso nos queda a los amantes de la libertad, ponernos todos de acuerdo y mancomunados, emprender una activísima campaña para demostrar a todos los pueblos y hasta los más apartados rincones la inconsideración y la desfachatez con que nuestros gobernantes oyen la voz del pueblo que pide justicia Núm. 473, 8 de abril de 1911
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