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A la Juventud socialista de Lluchmayor
He leído en el veterano OBRERO BALEAR que en Lluchmayor existe gran entusiasmo entre el elemento femenino a favor de nuestros ideales.
Aunque tenía noticias de que ese pueblo era una esperanza para la causa del Socialismo, he de confesaros, jóvenes socialistas; mi admiración al repasar el balance de la Cooperativa que en ésa funciona, demostración inequívoca de que la mujer lluchmayorense se ha incorporado a vuestro movimiento.
Conseguido esto, estimo llegado el momento de que os decidáis a organizar públicamente un Grupo Femenino Socialista, por vosotros asesorado convenientemente hasta el feliz día que pueda vivir sin asesores, por haberse puesto en condiciones para ello.
Y esto lo lograréis fácilmente, contando ya con buen número de simpatizantes como contáis, no siendo, por tanto, probable un fracaso, que, por otra parte, estaría disculpado en atención al loable fin perseguido.
Hay que trabajar sin descanso en pro del Socialismo. Todo retraso que sufra la propaganda, perjudicará a la idea. Y los jóvenes socialistas no deben desmayar ante pequeños inconvenientes.
Organizad, pues, a las mujeres socialistas; en unión suya, celebrad muchos actos de propaganda; ayudadlas, que ellas o ayudarán a vosostros.
Campaña antimilitariasta realizará ese Grupo Femenino, así que esté constituido, favoreciendo vuestros propósitos en este terreno.
Campaña anticlerical, prácticamente, efectuarán las mujeres socialistas, dejando de bautizar a sus hijos y realizando civilmente todos los actos de la vida, con indudable beneficio para vuestros bolsillos.
Campaña racionalista desarrollarán también, emancipando a los niños de la enseñanza convencional y jesuítica que ahora reciben, lo que les pondrá en excelentes condiciones para la lucha.
Todo esto, unido a loa que ya hacen en cooperativismo y que aún extenderán más, hará que, con la ayuda de la mujer, conquistéis Lluchmayor para siempre y ofrezcáis vuestra conquista al Socialismo triunfador.
¡Jóvenes socialistas! ¡A luchar!
Andrés
Madrid, 1910
Núm. 459, 31 de diciembre de 1910
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