MITIN RADICAL
Los jóvenes
celebraron el mitin que tenían anunciado el día 30 –miércoles por la
noche- en su domicilio social.
El acto fue
presidido por D.
Juan
Llopis que al abrir la sesión manifestó serle imposible hacer un
discurso como él quisiera a causa de lo mucho que le fatiga el
perorar, y cede la palabra al señor Vich, quien leyó unas cuartillas
alusivas al acto.
Ocupa la
tribuna Rosendo Pich; yo creía que todos erais mauristas, dice, pero
he sufrido un gran desencanto, al comprobar que en donde menos se
aprecia a los tiranos es en su propio país.
Recordando los
sucesos de la semana trágica, hace algo de historia de la escuela
moderna y presenta como héroes de la revolución a sus correligionarios
los radicales.
Ulled (Rafael)
se lamenta de la tiranía que ejerce el clericalismo en Mallorca,
diciendo que solo la República acabará con el caciquismo para bien de
los mallorquines y de todos los españoles.
Protesta del
fusilamiento del fogonero Moya e invita a los radicales a que empuñen
las armas cuando el jefe lo estime oportuno.
José Ulled
considera una ofuscación el creer el Gobernador que ellos venían con
pretensiones de alterar el orden.
Después de
hacer algunas consideraciones sobre la muerte de la víctima del
Numancia, aconseja se preparen para derribar la monarquía, pues se
impone la democracia, dijo, para incorporarnos a la pueblos
civilizados.
Saluda a su
jefe y pronuncia algunas frases que dan lugar a un pequeño incidente.
El inspector
protesta y trata de detenerle, pero interviene la presidencia y la
autoridad se concreta a dar cuenta al Gobernador.
Todos los
oradores fueron calurosamente aplaudidos.
Le sigue
Juliá,
manifestando que los radicales de Mallorca están preparados para ir a
la revolución lo antes posible.
EL OBRERO BALEAR
Núm.
494, 2 de septiembre de 1911
fideus/
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