Guerra europea

 

El formidable que amenazaba a Europa ha estallado. Millares y millares de vidas de jóvenes, en la plenitud de sus facultades serán sacrificadas al Moloch capitalista. Las masas proletarias irán una vez más en holocausto de unos intereses que no son los suyos a hacer donación de su existencia en los campos de batalla.

 

Y si bien ha estallado el conflicto la Internacional Socialista ha trabajado con entusiasmo y energía para evitar la colosal hecatombe que indefectiblemente tendrá que registrarse en las páginas de la historia dada la magnitud de la lucha.

 

Todas las secciones de la Internacional antes de que hubiesen declarado la guerra han hecho manifestaciones imponentes a favor de la paz; pero que exacerbados los apetitos imperialistas lo han atropellado todo suscitando la conflagración tan temida de todos los hombres amantes del progreso.

 

Según consigna El Socialista, nuestros camaradas alemanes han hecho ruidosas manifestaciones abogando por la paz. En la militarista Alemania las multitudes han gritado viva Francia lo que no ha sido óbice para que el gobierno declarase la guerra a esta nación así como la Rusia. Y de esa actitud imprudente y de menosprecio con que los gobernantes han tenido la opinión no puede más que acarrear fatales consecuencias para los pobres que así han procedido.

 

En Italia el gobierno teniendo en cuenta la manifiesta opinión que hay en aquella nación, contra la guerra se ha visto obligado ha declarar la neutralidad. Han tenido los poderos constituidos una visión del precipicio en que iban a arrojarse se han detenido vistiendo el caso con el ropaje de la legalidad para lo cual han dado la interpretación adecuada a los tratados que tenía contraídos con las naciones provocadoras de la guerra.

 

Pero en Alemania ni Austria no ha ocurrido así los poderes constituidos arrastrados por la presión desenfrenada de dominación y lucro no han tenido reparo en promover una lucha que por la magnitud y calidad de los elementos componentes es sin precedentes en los anales de la historia. ¿Y puede el proletariado perdonar ese crimen de lesa humanidad cometido por la autocracia alemana y austriaca? Nunca.

Sea el que sea de los contendientes que salga victorioso, serán tan grandes los daños causados por tan inicua lucha que no podrá menos de salir de todos los pechos ardientes anatemas contra las horribles carnicerías que indudablemente han de tener lugar.

 

Al sólo anuncio de la guerra europea ha sido tal el desconcierto económico que se han producido una gran cantidad de quiebras las que han de aumentar ha sucedido que la guerra avance y produzca sus naturales frutos de destrucción y ruina.

 

Así que a las masas proletarias, las que esas contiendas tan sólo sirven doliente carne de cañón y hospital, han de sumarse una gran cantidad de las otras capas sociales perjudicadas grandemente cuando no arrojadas a la miseria por la horrible guerra suscitada.

 

Por tanto, sumados todos esos elementos han de formar el proyectil que estallando dé con todo el edificio político actual a tierra. Los imperios austriaco y alemán han prendido fuego a la mecha del proyectil que ha de producir su propia muerte.

 

La causa de la Humanidad y de la civilización demanda un esfuerzo de las masas de las indicadas naciones para que en la hora oportuna pidan cuentas a quien corresponde de las vidas sacrificadas inútilmente,

 

La guerra no ha de hacerse sin la revolución.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 652, 8 de agosto de 1914

 

 LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL I MALLORCA