LOS SOCIALISTAS NORTEAMERICANOS

Llamamiento para un Congreso extraordinario por la paz

 

El Comité nacional Ejecutivo del Partido Socialista de Norteamérica ha dirigido a los Partidos de los demás países el siguiente documento.

 

“Los socialistas de los Estados Unidos ofrecen su simpatía profunda y extienden fraternalmente la mano a los trabajadores de Europa, que están enredados en una guerra terrible.

 

No es necesario citar los horrores de este conflicto. La historia juzgará. Pero debemos expresar nuestro dolor de que los trabajadores de los países más esclarecidos de Europa, unidos por lazos de fraternidad y solidaridad internacional, estén hoy en las filas en sangriento combate.

 

No es asunto nuestro el hacer juicios acerca de los Partidos Socialistas de Europa. Vemos que son las víctimas del vicioso sistema industrial, político y militar, y que todos han hecho lo que podían frente a las circunstancias.

 

Nuestro país ha permanecido neutral. Por esta razón hemos considerado un deber el dirigir un llamamiento para la paz a nuestros infortunados camaradas de los países que están en guerra y de los que no están en guerra.

 

No es asunto nuestro decidir que Gobierno tiene la culpa, ni ello es importante. La Historia juzgará de eso también.

 

Os hacemos nuestro llamamiento, en nombre del Socialismo, y os pedimos que hagáis cesar esta matanza en masa. En todos los países habéis declarado que esta guerra no había sido querida por vosotros. Vuestras declaraciones, nobles y elocuentes son aún verdaderas. Sabemos que ninguna nación ganará con que la guerra continúe; todos los sacrificios; todos los sufrimientos y los dolores están para la clase obrera. Y cada día que continúa la guerra caen muertos millares de nuestros camaradas.

 

En el Congreso Internacional de Stuttgart se adoptó una resolución, por la cual el movimiento socialista se encargaba:

 

1º De hacer todos los esfuerzos por Impedir la guerra; y

2º En caso de guerra, tratar de hacerla cesar con todas nuestras fuerzas.

 

Los socialistas de Europa han trabajado enérgica y fielmente en el espíritu de la primera parte de la resolución; pero sus voces están acalladas por los cañones. El militarismo capitalista era más fuerte que el joven espíritu de fraternidad socialista.

 

Los socialistas deben empezar inmediatamente a realizar la segunda cláusula: la de trabajar por la terminación rápida de la guerra.

 

El Comité Socialista Internacional no funciona en estos momentos. Por consecuencia, considera como un deber invitar a todos los países representados en el Comité a que envíen el número regular de delegados para una sesión extraordinaria por la paz, que se celebrará en Europa o en América en una fecha que se fijará tan pronto como se reciban las adhesiones de las organizaciones representadas en el Comité.

 

Rogamos a cada Partido Socialista, y a los Sindicatos obreros afiliados al Comité Internacional, que indiquen si prefieren que la conferencia se celebre en Europa o en América, y les indicamos que elijan entre Copenhague y La Haya.

 

Sinceramente, invitamos a nuestros camaradas a que se reúnan en los Estados Unidos, en Washington.

 

Siguen las condiciones en que el Congreso habría de verificarse y termina el manifiesto con estas palabras.

 

“El orden del día del Congreso será la discusión de los medios de terminar rápidamente la guerra y todos los demás asuntos que conciernan a la finalidad de la paz del mundo.

 

¡Camaradas! En nombre de las enseñanzas del pasado y de las esperanzas de la Humanidad; en nombre del bienestar de las generaciones futuras, enviamos este llamamiento y solicitamos vuestra respuesta favorable e inmediata. Os rogamos que entréis en acción lo más pronto posible y contestar siguiendo las direcciones de la carta que incluimos.

 

El Comité Nacional Ejecutivo del Partido Socialista de América: Víctor L. Berger, James H. Maurer, J. Stitt Wilson, Adolph Germer, Lewis J. Duncan; el secretario, Walter Lanferslek.

 

Viene incluida una carta con instrucciones para los Comités de los Partidos Socialistas, que no tienen ya el interés público del documento de hemos transcrito.

 

El llamamiento que nuestros camaradas de América hacen es verdaderamente importante.

 

No sabemos lo que el Socialismo europeo contestará. Al presente, el asunto estará discutiéndose en todos los países, entre ellos, España.

 

Reservemos, pues, nuestro juicio.

 

Sin embargo, esta reserva no nos impide dedicar un recuerdo de simpatía a la fraternal iniciativa de aquellos queridos camaradas de América del Norte, que en tan nobles y levantados propósitos se han inspirado.

 

Y gritar con ellos, con todas nuestras fuerzas, ante el cuadro horrible de estrago, de desolación y de muerte que está ofreciendo Europa:

 

¡Viva la paz!

 

oooooOooooo

 

Los socialistas daneses han publicado también un manifiesto invitando a los socialistas de los países neutrales a un congreso al objeto de deliberar para conseguir un pronta y definitiva paz.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 665, 31 de octubre de 1914

 

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL I MALLORCA