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Rafael Altamira y Crevea (Alicante, 1866 - México DF, 1951), humanista, historiador, pedagogo, jurista, crítico literario y escritor español.

Biografía

En julio de 1882 se traslada de Alicante a Valencia para estudiar derecho; allí se licenció. Se vincluló al círculo krausista formado por Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío, Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón a través de su doctorado en Madrid y su docencia en la Institución Libre de Enseñanza y su labor en el Museo Pedagógico, del que llegó a ser secretario. Escribe La enseñanza en la historia, que se publica en 1891. Dirige el periódico republicano La Justicia, y la Revista Crítica de Historia y Literatura Españolas, Portuguesas e Hispanoamericanas. Obtuvo la cátedra de Derecho Español en la Universidad de Oviedo, donde creó la extensión universitaria. En 1909 realizó un viaje por casi toda Hispanoamérica de notable repercusión y que se encuentra relatado en su libro Mi viaje a América. A su regreso fue nombrado director general de Enseñanza Primaria. Nombrado luego profesor del Instituto Diplomático y Consular en 1914 gana la cátedra de Historia de las Instituciones Políticas y Civiles de América en la Universidad de Madrid. En la Primera Guerra Mundial se declaró aliadófilo en su libro La guerra actual y la opinión española. En 1920 fue elegido miembro de la Comisión de Juristas encargado por el Consejo de la Sociedad de las Naciones de redactar el anteproyecto del Tribunal Internacional de La Haya; en 1921 es nombrado uno de los nueve jueces primeros titulares del mismo, desde 1921 hasta 1940, en que deja funcionar el Tribunal; en 1922 se le nombra académico de la Real Academia de la Historia. En 1929 empezó a preparar la edición de sus Obras completas en las que se incluían, además de las ya citadas, su Historia de la civilización española, el Epítome de historia de España, Cuestiones modernas de historia, De historia y arte, Cuestiones obreras, Giner educador, Ideario político, etc. La guerra y el exilio le impidieron realizar el proyecto. Fue propuesto para el premio Nobel de la paz en 1933 a raíz de sus esfuerzos por evitar el belicismo. Infatigable a pesar de sus cerca de ochenta años, tras una odisea a través de la Francia ocupada por los alemanes, llegó a Estados Unidos de paso hacia México, donde estaban exiliadas sus dos hijas, Pilar y Nela. Durante la travesía marítima se fracturó la cadera. Repuesto, dictó cursos en el Colegio de México y en la Universidad Nacional Autónoma de México y participó en actividades del exilio republicano. En México completó trabajos ya iniciados años antes, como el Diccionario castellano de palabras jurídicas y técnicas tomadas de la legislación indiana y su estado y su Análisis de la recopilación de las Leyes de Indias de 1680. Allí también el Instituto Panamericano de Geografía e Historia le otorgó en 1947 su primer premio de Historia de América; falleció en 1951.

Labor

Fue el primero que penetró en la historiografía partiendo de su relación con la cultura y la historia de las ideas. Aunque impulsó y apoyó siempre la Institución Libre de Enseñanza, en la que trabajó como docente, tuvo siempre independencia de criterio respecto al Krausismo, en una orientación idelológica liberal-progresista. Promovió la educación popular y propugnó una pedagogía con fuerte sentido moral. En 1898 creó, junto con otros catedráticos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo, la Extensión Universitaria como área definida de la universidad con el propósito de difundir los conocimientos generados en esta institución a través de conferencias, cursos y otras actividades a aquellas clases sociales que no podían acceder a ellos, siguiendo el ejemplo de varias universidades inglesas que ya se había extendido a otros países europeos como Alemania y Bélgica. No contento con ello, dio ejemplo impartiendo cursos y conferencias en numerosas universidades españolas y extranjeras (Argentina, Perú, EE.UU., Francia, Inglaterra, etc.).

Su obra se inscribe dentro del Regeneracionismo como continuadora de la de Joaquín Costa y sintió una gran influencia del evolucionismo y un gran interés por la ciencia experimental. Cultivó asiduamente el periodismo y la crítica literaria y dejó escritos más de setenta libros, entre ellos libros de narraciones, como sus Cuentos de amor y tristeza o su novela Reposo, hay que destacar su célebre Historia de España y de la civilización española, así como la Psicología del pueblo español y la Historia del Derecho español.

Reconocimientos

  • Fue nombrado hijo adoptivo de San Vicente del Raspeig en 1910.[1]

Referencias

  1. Martínez Verdú, Domingo; Altamira García-Tapia, Pilar; Ramos Altamira, Javier (2001), Rafael Altamira hijo adoptivo de San Vicente del Raspeig, San Vicente del Raspeig, Editorial Club Universitario, ISBN 84-8454-108-8

Enlaces externos

Colaboradores de Wikipedia. Rafael Altamira [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2007 [fecha de consulta: 19 de diciembre del 2007]. Disponible en <http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Rafael_Altamira&oldid=13675886>.

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