1922 – ACTO NECESARIO
El próximo domingo, a ser posible, Palma podrá saborear plenamente la grandeza de espíritu que alienta el ideal rebelde que sustentamos unos cuantos mallorquines.
En viaje de propaganda por las Baleares Salvador Seguí y José Crespo, se detendrán unos días en Mallorca para dar unos cuantos actos que levanten de la postración en que yace el pueblo mallorquín, este pueblo, que dado el clima que disfruta, solo conoce de la energía, aquella energía negativa que embota el sentido y le impide el rebelarse ante cualquier crimen o falsía que se cometa allende nuestras costas bañadas por el Mediterráneo.
Hora era ya de que arribasen a nuestros lares aires de fuera, espiritualidad lubrificante, regeneración de la indolencia que nos corroe y nos mata lentamente. Era preciso, era necesario que Mallorca oyera voces de la gente magnífica que se desarrolla por todo el mundo; era de utilidad imprescindible oír la tempestuosa ola de regeneración que involucrada en unos cuantos corazones amantes de la destrucción de todo lo que significa esclavitud y sumisión abyecta de un hombre a otro hombre, se esfuerza para derramar sobre los pueblos para así acabar de una vez con la explotación indigna de una casta sobre otra casta.
Los aires de fuera llegan. Vienen a orear esa atmósfera enrarecida que se respira en la tierra de azahar, filigrana de la naturaleza, adornada, por desgracia nuestra, de un sin fin de cacicatos que validos de la ignorancia reinante, se erigen en fantoches y niegan a la naturaleza su lógica esto es; que allí donde Natura derramó bienandanzas, los hombres en su ímpetu esclavizante tienen a los seres en la más completa ignorancia.
Salvador Seguí y sus compañeros vienen a aventar la modorra que nos agobia. Sean bien llegos. Sus Catilinarias han de despertar interés. Son de los que han sufrido ramalazos de la inicua represión llevada a cabo por autoridades poco escrupulosas en su cometido. Ellos, nuestros compañeros, sabrán hacer honor a su historia, y, a enemigos y amigos, les sabrán demostrar el infame proceder del régimen actual y a renglón seguido demostrarán con claridad que hoy por hoy, el sindicalismo revolucionario es la piedra de toque para la emancipación de la humanidad vejada sistemáticamente por gobiernos y burguesías que, ciegas ante el invasor soldado, solo encuentran medios para su defensa con la cárcel, el Star o el patíbulo. Sed bienvenidos, el pueblo que quiere emanciparse os saluda por medio de CULTURA OBRERA que es su más fiel paladín.
CULTURA OBRERA nº 161 16 de Septiembre de 1922
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