La Casa del Pueblo de Bruselas

Hace unos quince años 60 socialistas de Bruselas reunieron en cinco meses un capital de 700 francos, con los cuales alquilaron un horno y compraron harina, constituyendo una cooperativa obrera, que produjo la primera semana 650 kilos de pan.

La “Casa del Pueblo”, bien administrada, ha progresado, y hoy realiza negocios por valor de 4.000.000 de francos por año, posee inmuebles por valor de 2.000.000, cuenta con 12.000 miembros y los 650 kilogramos de pan por semana se han convertido en 200.000.

Tan enorme desarrollo ha obligado a la “Casa del Pueblo” a cambiar con frecuencia de local y últimamente ha levantado un edificio gigantesco, verdadera maravilla arquitectónica, donde ha instalado los servicios, a más de sus dos panaderías, las más poderosas de toda Bélgica.

En la nueva “Casa del Pueblo” hay almacenes vastísimos de comestibles, telas y vestidos, carnes, carbones, vinos, etc.

Los miembros de esta organización gozan de asistencia médico-farmacéutica, y en el local social hay instalado un dispensario médico para toda clase de enfermedades, a cargo de notabilidades en la ciencia de curar.

Hay escuelas para niños, una espléndida biblioteca, y periódicamente se dan lecturas de obras y representaciones literarias, explicadas y comentadas por literatos y audiciones de obras musicales de Wagner, Brahms. Beethoven, etc., enseñando a los toscos obreros a apreciar las bellezas del arte, aun del arte exquisito y quintaesenciado.

La acción de la “Casa del Pueblo” no sólo es benéfica en cuanto reporta ventajas materiales por el mejor precio y calidad de los géneros, ni educativa y de mutuo auxilio, sino moralizadora. En ella se ha emprendido una campaña enérgica contra el alcoholismo y el juego, y también de respeto y protección a los animales.

El nuevo edificio, que posee un salón de juntas capaz de contener 5.000 personas cómodamente instaladas, se inauguró el 2 del pasado, asistiendo representantes de los socialistas de Francia –Jaurès- , de Alemania, Holanda, Inglaterra e Italia. Los demás países –entre ellos España- enviaron calurosos mensajes de simpatía a los inteligente y tenaces socialistas que tan espléndidos resultados han conseguido alcanzar.

El movimiento socialista de Bruselas, y aun el de casi toda Bélgica, ha nacido en la “Casa del Pueblo”, que no es sino una segunda edición de Vooruit, que en Gante  fundaron los socialistas en 1875 con 85 pesetas de capital.

¡Milagros de la perseverancia y de la abnegación!

El Socialista,

12 de mayo de 1899 (núm. 688)