1920 –  A los albañiles de Mallorca

Compañeros, salud: La lucha que la clase obrera mundial tiene entablada entre sí, por aspirar unos a concejalías, alcaldías, diputadorías y ministerios, y por querer otros que no quede piedra sobre piedra del actual régimen y que administren la Nación los comités de obreros y soldados, esta lucha que la clase obrera revolucionaria de todas las naciones sostiene contra sus compañeros de explotación ha repercutido en Mallorca de forma encarnizada, y con más ahínco en el gremio de albañiles por ser éste la vanguardia revolucionaria de Mallorca, y ante el peligro que corre de estacionamiento nos dirigimos a todos los albañiles que aspiran a la emancipación de su personalidad (porque a los otros no hay razones que les convenzan) para que os deis cuenta de lo que ocurre a los albañiles de Palma y sus contornos, y para que obréis en consecuencia.

El Sindicato Regional de albañilería y similares constituido bajo el amparo del Centro de albañiles y similares, después de un año de estudio por el Centro de Palma y sucursales, y después de aprobar los estatutos y cuantos trabajos se hicieron para organizarlo, cuyos gastos acordó pagar el Centro de albañiles, lo cual demuestra su conformidad con el Sindicato Regional, después de todo esto, después de haber celebrado la primera magna asamblea de delegados de Mallorca, cuyo acto no se había visto nunca en esta y que fue un acto cordial, de unión y de sublime importancia y en el que quedó constituido un Sindicato invencible, por sus lazos de unión y potencias entre todos los albañiles de la Isla y entre el resto de la Nación, y en estudio la unión mundial de albañiles, pero en este acto recayó un acuerdo que no fue del agrado de un albañil que el día que se celebró la citada asamblea acompañaba al Alcalde de Pineda a Sóller, pera celebrar actos de crítica y calumnias contra los obreros sindicalistas de Cataluña, este acuerdo fue el que CULTURA OBRERA fuera el órgano del Sindicato, por cuyo motivo empezó una activa propaganda contra el Sindicato de Mallorca, y el Comité de la Casa del Pueblo apoyó a dicho individuo porque profesaba el mismo ideal, la acción política, y querían que en vez del Sindicato de Mallorca fuera Federación, por cuyo motivo vino la segunda asamblea que nosotros habíamos combatido por considerar que no se había de molestar a los pueblos por cosas tan fútiles y más existiendo divergencias, pero se celebró ésta y lo que tuvo la primera de majestuosas tuvo la segunda de tétrica; pero nosotros los iniciadores y organizadores del Sindicato de Mallorca no transigimos ante los antojos altaneros de los socialistas y defendimos y defenderemos siempre el Regional, no permitiendo su disolución, aunque las sucursales del contorno de Palma estén a las órdenes de un “Jefe” votando lo que él les diga, sin el raciocinio de lo que hacen y sin convicción alguna, porque el día de la segunda asamblea les dijo: Hemos de votar en contra del Sindicato Regional y en pro del local, y así lo hicieron. Después de hacer autorizado, acordado y aprobado en reuniones anteriores y con más de un año de estudio la organización del Regional, echaron en un segundo al cieno todo el trabajo realizado durante un año para conseguir la unión de los albañiles.

Después de todo esto se da cuenta el “Jefe” que, a pesar de los pesares, el Sindicato Regional continuará incólume su ruta de unión, y dice a las sucursales de los contornos de Palma: hemos de rectificar la votación del Sindicato, hemos de votar por el Regional y todos salvo excepcionen obedecerán estamos seguros, el mandado de su “Jefe” y votarán lo que combatieron en la segunda asamblea, y otra vez llamaran a los pueblos para decirles: hemos cambiado, ya queremos el Regional; pero es tarde, nosotros lo que no queremos jefes ni directores, los que organizamos el Sindicato, ya hemos tomado la resolución definitiva de salir de la Casa del Pueblo, para ser libres y luchar contra la sociedad política parlamentaria, por estar basada en la explotación del hombre por el hombre, no queremos remendarla, queremos demolerla, para reedificarla en la igualdad de derechos.

Albañiles forenses, despertad del letargo en que yacéis y no hagáis el ridículo ante los albañiles de los pueblos, rehusando hoy lo que aceptabais ayer u aceptando mañana lo que rehusáis hoy, o ¿creéis que los pueblos sean monigotes de vuestros caprichosos planes? Habéis cooperado con vuestra votación antojosa a sembrar la discordia entre Palma y los pueblos y tardaremos a tener el potente Sindicato que se erguía ante de la segunda asamblea.

Nosotros no podemos estar unidos con esos calumniadores, que propagan por los pueblos que el dineros de los mismos lo destinábamos a subvencionar CULTURA OBRERA y a pagar gastos de Palma y otras cosas que callamos.

Se necesita tener tragaderas y poca dignidad para calumniar a los compañeros de trabajo en defensa del plan de combate que se tenga preparado. La verdad es una y esta se defiende en el terreno legal y no en el terreno de los traidores y de los hipócritas.

Dos organizaciones se disputan en España la soberanía del pueblo, dos organizaciones se disputarán en Mallorca la soberanía de los albañiles; el que quiera ser libre y quiera luchar para la total emancipación obrera que escoja la organización sindicalista revolucionaria; el que quiera se conservador del actual régimen, con pequeñas modificaciones que escoja la organización socialista parlamentaria.

Albañiles, escoged; pero meditad antes de escoger.

Palma 2 marzo de 1920

Jorge Aloy, Antonio Salvà y Miguel Rigo

CULTURA OBRERA nº 30

6 de septiembre de 1920