1924 – A LOS OBREROS PALMESANOS

Obreros Palmesanos: estáis de enhorabuena; y los estáis por haber tomado posesión de una  de las mejores Casas del Pueblo de España. No creáis haber llegado a vuestra felicitad, por la grandiosa obra adquirida; de hoy en adelante, tendréis que ejecutar doble tarea, si de veras deseáis la emancipación de las clases trabajadoras, y, cosechar los frutos a su debido tiempo, si la cultiváis con entusiasmo y fe inquebrantable, ya que ella ha de ser el Templo de la libertad, el crisol donde se han de fundir las almas generosas y de verdaderos sentimientos liberales, con el proletario noble y generoso, ávido de cultura, cuya tarea debe ser de los intelectuales de gran espíritu democrático, ya que en ella tendrán ancho campo para inculcarles los verdaderos sentimientos humanitarios, destruyendo en él, el egoísmo que le domina y no le deja apenas salir del estado bestial o salvaje, a pesar de las apariencias de civilización de la Sociedad actual.

Comparad los ejemplos que nos da la madre naturaleza, con la Sociedad actual y veréis que apenas hay un ápice de diferencia. He aquí uno: Una roca volcánica, a pesar de su aridez con el transcurso del tiempo, adhiriéndose en ella un planta muy rudimentaria, cuya planta es el liquen, que, con el transcurso del tiempo, de la acumulación de sus restos, forma el mantillo, dando lugar a la germinación de otras plantas y así sucesivamente, hasta que puedan vivir en ella, los más opulentos árboles. En nuestra Sociedad actual, existen las mismas luchas, para vencer la terrible resistencia que oponen los viejos dogmas, a las ideas modernas, que empezaron a germinar, hace ya un siglo, en los cerebros de Sansimónm, Fourier, Owen y muchos otros que del estado rudimentario o útopico, pasaron al estado actual o científico, debido a Marx y Engels que las hicieron factibles, como los vemos ascender en todas las partes del mundo, por el sólo hecho de ser más nobles y más humanas.

No basta pues, acumular sociedades, en vuestra “Casa del Pueblo”, y que tengan muchos afiliados, hay que sembrar por doquier la idea socialista, para fomentarla, no basta que acumuléis las principales obras de los grandes pensadores, en la misma, si nadie las lee, ni comprende. Si lo primero, hay que fomentar la lectura diaria, si lo último, se han de organizar conferencias o cosas análogas, dando a conocer por procedimientos fáciles, las principales esencias, de los más eminentes “Naturalistas”, “Paleontólogos” y “Geólogos”, dando explicaciones de Historia Natural, de los seres en estado fósil y de las diferentes capas de que se compone nuestro globo terráqueo y así, el obrero empezará a conocerse a si mismo y al mismo tiempo, empezará a comprender los grandes progresos operados en la civilización y será un verdadero perfeccionador de la misma, porque será un entusiasta defensor de las libertades, tan escarnecidas por la reacción, con su estela de crímenes, en oposición al triunfo de la razón, ciencia y libertad, cuyo trío, son los tres potentes cañones, que disparan a la vieja nave, tirándole al propio casco y como se ven irremisiblemente perdidos, todos los procedimientos son buenos para ellos, para tenerse un poco más a flote.

¡Obreros de la Casa del Pueblo y los del Palma todos!

¡Si de veras queréis hundirla, capacitaos cuanto antes, uniéndoos bajo el techo de dicha casa, con ideales justos y nobles, tendiendo cables a todos los náufragos, para que todos se salven y formen el ejército de trabajadores donde no haya esclavos ni opresores.

¡Viva la Casa del Pueblo!

Andrés Pol

Binisalem 14 de enero de 1924

EL OBRERO BALEAR nº 1136

18 de enero de 1924