LA CASA DEL PUEBLO

 

Ya está la clase trabajadora en la Casa del Pueblo, no la que prometió construir don Juan March, sino otra que se ha alquilado con dinero suyo interín aquella se construye, se se construye, como dicen los desconfiados y los que quisieran que no se construyera.

 

El local es grande y reúne muchas condiciones buenas, aunque algunas muy malas. Pero es aceptable y tiene capacidad para cobijar a unas treinta Sociedades de resistencia. Actualmente  son ya veinte las que en ella se albergan y tiene ancho campo para desenvolver su acción. Nada les falta para hacerse grandes y poderosas si los obreros que las forman tienen el espíritu de poder y grandeza que requiere su desarrollo.

 

¡Tener una Casa del Pueblo¡ ¡Que dicha para los trabajadores que tienen conciencia de que es Pueblo y de lo que para el Pueblo significa tener Casa¡

 

Más no ahondemos en la conciencia de nadie y dejémonos de filosofías. Digamos solamente que la clase obrera tiene ya Casa del Pueblo y que la Casa será según lo que sea el Pueblo y no el Pueblo según lo que sea la Casa.

 

El Obrero Balear,  núm. 857

12 de julio de 1918