LA CRISIS OBRERA
Volvemos a las andadas
No es la primera vez, ni la segunda, ni la
tercera, que nosotros seguimos poniendo en
público las
bonitas
tareas de nuestro Ayuntamiento en la actual
situación obrera:
Pero no siendo la primera vez que dicha
corporación se ha mofado del hambre y malestar
de los que por desgracia ofrecen su fuerza
muscular a cambio de pan, que nosotros
interpretando los lamentos y privaciones de los
de nuestra clase, decimos:
Que consideramos una infamia digna de la mayor
protesta el que se despidan cerca de 200
trabajadores, sin que nuestro excelentísimo
Ayuntamiento, anteriormente no haya, premeditado
las consecuencias que ocasionan al hogar obrero,
la falta de trabajo.
Si en verdad –que lo dudamos- se han agotados
todos los medios para conjurar esta crisis,
nuestros ediles no han cumplido como verdaderos
representantes populares, por cuanto antes del
despido venían obligados a buscarles trabajo o
votar nuevos créditos extraordinarios, que por
cosas baladíes en peores situaciones se ha hecho
sin mirar la economía de la corporación, tan
abandonada y
perfumada por los concejales mimados de
ella.
Y haciendo honor a las tradicionales costumbres
de nuestros ediles han proporcionado trabajo
otra vez a los recomendados que por cierto los
hay –de más de 60 años y otros con males
físicos, inútiles para el trabajo. Y decimos
esto, porque en una entrevista celebrada por los
concejales acordaron despedir los más viejos y
los inútiles.
Pero nada de eso se ha hecho; cuando las
influencias políticas bastan y sobran para
colocar y despedir según a ellos les convenga.
No queremos decir con ello que estos obreros no
tengan derecho a la vida, muy al contrario. El
Ayuntamiento debería sostener con carácter
permanente ciertas brigadas de estos hombres,
para ocuparlos en trabajos adecuados a su edad y
estado físico, pero no lo cree así, ¿y que
haremos?
Varios de los obreros despedidos ante su crítico
estado, visitaron al nuevo Alcalde para que les
proporcionase trabajo, y él tan tranquilo
contestó que no podía hacer nada, mientras todos
los concejales y encargados colocan al que va
con recomendación.
Así que no sabemos como el Ayuntamiento
interpretará la justicia puesto que despide y
coloca a capricho.
Porque si en verdad el Ayuntamiento no puede
sostenerlos a todos a los menos debería
tratarlos por igual.
Y basta por hoy.
Para el Sr. Alcalde
Según noticias de la sociedad “La
Emancipación” compuesta en su mayoría por
obreros que trabajan a cuenta del Ayuntamiento,
dedicados al derribo de Murallas y que les da un
jornal de seis reales al día que trabajan, honra
de una corporación, que debería ser reflejo de
los patronos, no permitiendo se hiciera morir de
hambre al pobre que tiene la desdicha de haber
nacido desposeído de ilustración o no tiene
fuerza bastante para hacerse respetar.
Pues bien, ante el espectáculo triste de tener
que percibir un jornal de 6 reales se han
presentado dos casos lamentables.
Han sido víctimas de un accidente de trabajo dos
compañeros asociados llamados José Gual y
Gabriel Martorell y se nota cierta duda en lo
que se refiere a la cobranza de las dietas, que
sospechamos cosas graves y hasta si se cree que
no se quiere pagar a estos obreros para
alimentarse el tiempo en que se encuentran
inválidos; pero se tenga en cuenta que la
sociedad está a la vanguardia de estos actos y
fácil es tengamos que intervenir por no
cumplirse de una manera correcta ni el pago de
dietas ni la asistencia médica.
Por lo tanto, llamamos la atención al Sr.
Alcalde creyendo que no se hará el sordo en
estos asuntos tan delicados, por que cuando no
se gana no se puede comer.
oooooOooooo
A fin de recoger algo para aliviar a las
familias de estos compañeros se abrió una
suscripción entre los obreros del mismo ramo y
todos de su mísero jornal aportaron su óbolo
recaudando 28 pesetas 35 céntimos,
repartiéndolas a los indicados. ¡Muy bien
compañeros! Estos son datos de compañerismo.
¡Adelante y unión!
ALEX
Núm. 746, 20 de mayo de 1916 |