Jaume Garcia        ¡Oh gran día, yo te saludo!

Aunque tengamos que saludarte con los labios cerrados, te saludamos con el corazón lleno de alegría, 1º de Mayo.

Hoy es el día en que todos los hombres y mujeres que luchan por implantar el Socialismo, en su pecho reinan la alegría y la esperanza. ¿Y por qué en este  día reina la esperanza y la alegría entre nosotros?  Porque hoy a esa misma hora todos los proletarios sin distinción de razas y por encima de las fronteras, sabemos demostrar al enemigo común que lo único que vale en la tierra es la inteligencia y la fuerza del proletariado. Hoy que nuestros brazos no se alquilan ni se mueven, todo está paralizado; y paralizado quedaría para toda la vida si los obreros no pusieran sus manos en el engranaje del mundo.

Pobres de todos aquellos que nos miran con indiferencia y nos conceptúan como una mercancía cualquiera y no se preocupan más que de pasearse con su coche bien trajeados y para divertirse van a cazar perdices y faisanes. El día en que los obreros sepamos apreciar nuestro valor será cuando los parásitos habrán terminado.

La marcha del progreso es un poco lenta, pero poco a poco vamos andando hacia el ideal redentor, que es el socialismo.

Muy amargo encuentra toda la gente que vive de la ignorancia del pueblo cuanto huele a socialismo, muchos métodos y falsos argumentos viene empleando el fariseísmo contra nuestro ideal, pero ya es tarde, señores; han pasado a la historia aquellos tiempos de ojos cerrados y de ordeno y mando, podrán los de arriba fabricar nuevos moldes para el enfermo, pero el enfermo esta grave, y aunque los hombres no lo quieran el mismo progreso es quien viene en veloz carrera a barrer las inmundicias de la sociedad presente y sobre sus ruinas implantar el Socialiamo.

¡Viva el 1º de Mayo!

¡Viva el Socialismo!

EL OBRERO BALEAR nº 1255

1 de mayo de 1926