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ARCA ha intentado manipular los datos históricos
MÓNICA G. DOARTE. PALMA. Para Maria Antònia
Oliver, presidenta de la
Asociación Memòria Històrica de Mallorca (MdM), el monolito de sa
Feixina "es uno de los monumentos fascistas más importantes de Mallorca y de
todo el país".
–¿Por qué hay que derribarlo?
–Porque es un agravio a las víctimas del fascismo de la Guerra Civil y de la
dictadura. El monumento al
crucero Baleares es un homenaje a los hombres y a la maquinaria de la
muerte que hicieron posible la derrota de la democracia durante la Guerra
Civil y la posterior implantación de una dictadura asesina de casi 40 años.
Se tiene que eliminar por higiene democrática, por principios democráticos y
humanitarios y por el más humano de los instintos: el sentido común.
–ARCA ha logrado el apoyo de 15 entidades en su
movimiento de concienciación ciudadana para preservarlo...
–Es una iniciativa totalmente legítima, pero creemos que
ARCA y los colectivos que dan apoyo a sus manifiestos han intentado
manipular los datos históricos, apelando al sentimentalismo de la opinión
pública mallorquina con argumentos muy poco elaborados, manifiestamente
incorrectos o erróneos.
–¿El patrimonio tiene ideología?
–Puede que no todo el patrimonio tenga ideología (...) pero
Franco, en
el discurso de Unificación de 1937, dejó claro que los monumentos eran el
reflejo del nuevo Estado y que su destino era contar a las generaciones
futuras las gestas de los "mártires" de la "Cruzada".
–Si se derribara, ¿habría que construir algo en su
sitio?
–Memòria Històrica de Mallorca no plantea el derribo del monumento como paso
previo a la construcción de otro, sino para devolver el parque de sa Feixina
a los vecinos de los barrios colindantes, como un ejercicio pacífico y
democrático de recuperación de los espacios públicos.
–¿Cómo o de qué manera tendría que hacerse ?
–Pensamos que sería interesante utilizar los materiales aprovechables del
monumento para construir el nuevo parque, sin descartar la conservación de
aquellos elementos históricos en el museo de la ciudad, debidamente
identificados como símbolo de una época que está costando demasiado superar.
–¿Qué opina sobre el estudio pedido por Cort a la UIB
para decidir si derriba o no el monumento?
–Pedirle a un historiador o a un jurista de la UIB que valore la posible
calidad artística o legalidad de algo que en la Alemania democrática estaría
prohibido o ilegalizado por ley, parecen excusas del Ayuntamiento para no
cumplir con su obligación: hacer cumplir las leyes.
–La presidenta de la asociación vecinal de Sant Jaume
ha dicho que "derribar sa Feixina sería como derribar el Bellver o el
Temple" ¿Exagera?
–Es una opinión errónea y maliciosa comparar estos monumentos. En el mejor
de los casos, podemos apelar a su desconocimiento de los fines por los que
se erigió el monumento de sa Feixina.
–¿Incumplirá Cort con la Ley Estatal de Memoria
Histórica si no derriba el monumento?
–Sí, porque entra plenamente en conflicto con el articulado referente a los
símbolos (art.15) y porque es una afrenta a la democracia misma. El
monumento de sa Feixina incumple la
Ley Estatal de Memoria Histórica, de obligado cumplimiento para los
ayuntamientos.
Diario de Mallorca / 18/01/2010
ESPECIAL:
Creuer Baleares
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