1920 –  Huelga de zapateros en Inca – La Igualdad

 

El martes de la semana pasada día 3 del corriente “La Justicia” sociedad de obreros zapateros, notificó a los patronos del oficio que enterada de que pretendían rebajar el precio de la mano de obra les invitaba a rectificar su acuerdo de rebajar el trabajo, contestando dichos señores insistiendo en su pretensión de rebajar los precios cuya rebaja oscila entre una peseta y peseta cincuenta par, dando lugar tan extrema resolución a que a partir del mismo día abandonasen el trabajo todos los obreros zapateros de Inca.

 

Inmediatamente dicha sociedad dio a conocer al pueblo dicho conflicto dándole estado de opinión por medio de la siguiente hoja:

 

LA JUSTICIA

Sociedad de obreros zapateros

AL PUEBLO DE INCA

 

Ciudadanos: Los patronos zapateros después de un año de inútiles gestiones para restablecer la exportación de calzado, lo único que han conseguido es dar pruebas de su incapacidad como industriales.

 

En Menorca acaban de obtener los fabricantes de calzado lo que no han podido conseguir los de aquí, poniendo en evidencia la ñoñez y estulticia de nuestros mentecatos patronos.

 

Esta clase patronal que no ha tenido arrestos ni inteligencia, para ir en defensa de sus intereses; que nada supo hacer contra los monopolizadores del curtido y la piel, sujetándose dócilmente a las alzas que casi a diario experimentaban dichos artículos, ahora, no se les ocurre otro medio de resolver dicho conflicto mas que en rebajar el precio de la mano de obra, esto es, nuestros salarios.

 

En estos momentos de verdadera angustia para los humildes de cuyo malestar nos dan perfecto indicio las frecuente conmociones sociales, es cuando los patronos zapateros se deciden a rebajarnos, una peseta y cincuenta por par.

 

No estamos dispuestos a dejar pasar semejante enormidad, sería un suicidio, queremos trabajar, pero jamás morirnos de hambre.

 

Sin la rebaja que pretende introducir la clase patronal, muchos obreros han tenido que emigrar porque el presupuesto de sus humildes hogares no guardaba la armonía necesaria, eran mayores los gastos que los ingresos, imaginaos lo que a nosotros no pasaría, antes no bastaba y ahora una peseta y seis reales menos diarios, ¡el desespero!

 

Por todo lo expuesto, esta Sociedad ha tomado el acuerdo de abandonar el trabajo, con el firme propósito de no reanudarlo, hasta que los patronos desistan de sus BELLOS y HUMANITARIOS deseos.

 

¡Zapateros! Todos los de Mallorca comprenderéis que se trata de un caso grave, muy grave.

 

Este oficio, siendo una verdadera calamidad no llegando a sacar sus obreros los jornales medios que son corrientes en los demás oficios, a pesar de no existir para ellos la jornada de ocho horas, pues muchos son los que trabajan doce y trece, reflexionad las terribles amarguras porque pasaría dicho gremio de salir airosos los patronos de Inca.

 

Una peseta o una cincuenta par menos sobre los precios actuales, haría que los pares de 3ª se pagasen a ¡¡¡3 pesetas!!! imaginaos un obrero que actualmente percibe 3 pesetas de jornal, pues para la construcción del par se necesita una jornada de trabajo; ¡cuanta desgracia para una familia que en los deliciosos tiempos que corremos tenga que sostenerse con ¡¡¡3 pesetas!! Al día!

 

¡Zapateros! Obreros desdichados, no ya en el extranjero, sino en el mismo continente español, ¡qué dirían de vosotros si aceptarais semejante bochorno!

 

Zapateros de Inca: Por vergüenza, por nuestra condición de hombres, por la vida de nuestras esposas e hijos, rebelaos contra esta camarilla de patronos de instinto criminal que no reparan en mataros de hambre con sus funestos planes. Jugaos el todo por el todo, que nadie secunde al juego vil y miserable de los patronos. Es una lucha de vida o muerte; no hay términos medios; antes suicidarse que bajar la cabeza ante tamañas canalladas.

 

Compañeros de Inca, no os sometáis de ningún modo al capricho horroroso de los patronos. Por anticipado, anunciamos nuestra más severa execración contra cualquier amigo de Inca que no se muestre heroico en este combate de defensa; al amigo que desmaye, le apostrofamos, le cruzaremos la cara con el látigo de nuestras rebeldías.

 

CULTURA OBRERA nº 53

14 de agosto de 1920