El Congreso de la Casa del Pueblo

El próximo domingo empezará las tareas el Congreso de la Federación Local.. Así que vamos a exponer el punto de vista comunista que es claro, diáfano.

Las circunstancias han determinado que los comunistas pertenezcan a la Unión General de Trabajadores y a la Confederación General del Trabajo. ¿Qué organismo nacional, pues, hay que elegir?

De lo que tiene necesidad la clase obrera es de la unidad de organización, de poder formar un frente único. Y para ello no hay más que un medio que es el procurar que la Unión General de Trabajadores se adhiera a la Internacional Roja de Moscou y la Confederación también y sobre esta base hacer la fusión.

Para lo cual hay que dejar en libertad a las secciones que pertenezcan a uno u otro organismo de seguir perteneciendo, deben ser autónomas las secciones en este punto.

Respecto a la modificación de la escritura estamos conformes que no puede subsistir un Patronato que no sea nombrado por la organización y que debe borrarse de esta facultad de que los individuos del Patronato puedan nombrar a sus sucesores, debe ser la Federación Local.

En lo que se refiere a rechazar el alquiler del actual edificio que habitamos, como no nos compromete a nada; como mirando al fondo de la cuestión no es más que una restitución que hace a la clase obrera por lo cual no hay para que rechazar dicho alquiler.

Y lo que trata de rechazar la Casa del Pueblo, si no se modifica la escritura entendemos que hay varios medios de inutilizar la acción nociva del Patronato. Uno de ellos sería el que pudiera hacerse una escritura privada borrando los errores indicados anteriormente o bien un reglamento en que quedara suprimida la intervención del Patronato en la organización, quedando por consiguiente salvaguardada la libertad de acción de la Federación Local.

De la cuestión de la convivencia de las entidades políticas diremos que aún suprimiendo estas organizaciones del local quedan los hombres y como son éstos que profesan y predican las diferentes doctrinas filosóficas hoy en boga, no vemos la ventaja que ha de reportar a la organización tal medida y tan sólo se explica dicha proposición por un criterio de prejuicio antipolítico.

Los comunistas deben abstenerse por su parte de tomar resoluciones que puedan provocar la división de la clase obrera, que caiga esta responsabilidad sobre otros elementos.

Nuestra divisa debe ser formar el frente único en el campo sindical y todo aquello que estorbe a dicho fin será labor nociva. Tiendan nuestros trabajos, pues, a la formación del frente único, teniendo en cuenta los problemas que la realidad nos presenta.

El Comunista Balear

Nº 14, 30 de marzo de 1922

 

fideus/