1925 – COMUNICADO – Julià Ferretjans

 

Del exsocialista Julián Ferretjans hemos recibido el siguiente escrito contestación al del Patronato publicado la semana pasada en estas columnas. Lo publicamos tal y como nos ha sido presentado a pesar de que contiene un párrafo marcadamente insidioso, personalista y completamente fuera de lugar, pues nada de lo que en él se dice tiene relación con el del Patronato, cuya mayoría de componentes socialistas parecer ser el motivo único de las iras africanas que le tienen ciertos elementos que a todo trance quieren gobernar la Casa del Pueblo y no pueden, ni aún con la ayuda de los ya viejos y sistemáticos enemigos de los socialistas, con quienes les une nada más que el odio.

 

He aquí el escrito de referencia:

 

Sr. Director de EL OBRERO BALEAR

 

Muy señor mío y de mi mayor consideración: Aludido por la cara publicada en las columnas de este periódico por el cual patronato de la CASA DEL PUEBLO, le agradeceré la inserción de la presente.

 

Gracias anticipadas de su mejor amigo Q.L.E.L.M.

 

Julián Ferretjans

 

Por sabido tenemos lo que nos manifiesta el patronato en su carta publicada el 3 del corriente diciendo en la misma que en la escritura de donación de la Casa del Pueblo se preceptúa que existirá un “Patronato o Comité con el fin de cuidar el edificio, conservarlo y administrarlo, procurar que se destine al fin adecuado y regir el orden interior con las facultades inherentes y accesorias a estas atribuciones”, pues bien, nosotros no queremos quitarle ninguno de estos derechos y le proponemos en nuestras inadmisibles bases que sea el representante de la propiedad y de los muebles, cuidándose de la conservación de ambas cosas, ser el representante de la propiedad a nuestro juicio representa ser el administrador.

 

Manifiesta el patronato que otra estipulación dice ·”llevará la representación de la Casa del Pueblo en todos los actos de relación social sean judiciales o, extrajudiciales, o de cualquier otro orden y, en nuestras inaceptables bases les decimos que representará la Casa del Pueblo en todos los actos correspondientes a la propiedad ya sea judicial o, extrajudicial o de cualquier otra índole, no parece que si no estamos concretamente dentro el espíritu de la escritura no andamos muy lejos de ello; y, como al parecer la ampliación dada de la reseña por el patronato tiene por único objeto dejar completamente desconocida nuestra proposición, de aquí que creamos oportuno darla a la publicidad y entregarla al juicio de la clase obrera. Las bases que nosotros presentamos al ser requeridos por la reforma del reglamento de la Casa del Pueblo fueron las siguientes: 1ª Las funciones de la Casa del Pueblo se separarán en dos clases; Gobierno y Propiedad, creándose dos organismos para que atiendan a cada una de aquellas, que se denominarían; “Comité Central de la Casa del Pueblo” y, el otro, “Patronato de la Casa del Pueblo”. 2º El patronato será el representante de la propiedad de la Casa del Pueblo y de todos los muebles pertenecientes a ella, cuidándose de la conservación y buen estado de ambas cosas, cuando notase deterioro o abandono hará cargo al presidente del Comité Central, éste por su parte, lo remediará con la mayor brevedad, posible. 3ª Será el patronato el que representará la Casa del Pueblo en todos los actos correspondientes a la propiedad ya sean judicial o, extrajudicial o de cualquier otra índole. 4º. El Comité Central se compondrá de representantes de todas las entidades que tengan domicilio en la Casa del Pueblo. 5ª Será el Comité Central el que llevará el gobierno y administración de la Casa ostentando la representación de la clase obrera organizada en todos los actos que celebre la Casa del Pueblo. 6º El Comité Central no reconocerá táctica determinada de ninguna clase, garantizando en todo momento la libertad e independencia de todas las entidades albergadas en la Casa del Pueblo.

 

Por lo demás no tenemos la pretensión de haber acertado, como siempre, no tuvimos más finalidad al exponer sincera y lealmente nuestra modesta opinión, que servir la causa de los obreros. Quede para otros el atributo de la inhabilidad, ya que por ahora no aspiramos ni a la categoría de Apóstol ni a la dignidad de Patriarca y, por tanto, muy lejos de nuestra ridícula vanidad de ser los depositarios de la Verdad los definidores del Dogma, los monopolizadores de la Honradez. Quede todo ello para el espíritu [ininteligible palabra] que anima el patronato.

 

Julián Ferrerjans

 

Palma 6 de Abril de 1925.

 

EL OBRERO BALEAR nº 1200

10 de abril de 1925