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Seamos pacifistas En el 1º de Mayo de 1910, tuvimos que agitarnos para libertar las víctimas que aún gemían en las cárceles, con motivo de los sucesos de Julio. La valiente protesta del proletariado catalán contra la guerra del Riff, aún estaba vibrando en el aire. Sus derivaciones han conmovido por más de 15 días el corazón de España y han mantenido en tensión, la atención de toda Europa. Los debates en el Congreso sobre el proceso Ferrer, de los cuales ha salido clara y radiante la inocencia del mismo, son motivos suficiente poderosos para que el proletariado español no cese en la campaña emprendida. Protestar contra toda aventura guerrera a que los gobernantes quieran llevarnos, es deber de todos los obreros. Continuar la labor emprendida de tan digna manera, es una imperiosa necesidad puesto que de este modo, rescataremos la vidas preciosas de nuestros hijos, hermanos y amigos que la clase dominante quiere sacrificar en aras de sus interses. Seamos viriles y fuertes compañeros, sinteticemos en el 1º de Mayo todos nuestros anhelos y aspiraciones, y de modo muy preferente, nuestro firme propósito de defender la paz. Dejando el trabajo el 1º de Mayo, nos solidarizamos con el proletariado consciente de todos los países, afirmamos nuestra comunidad de intereses, nuestra unidad de aspiraciones, nuestra unión y por tanto lo absurdo y antihumano de que se suscite una guerra entre os naciones por conveniencias de la burguesía. A gritar, pues, como un solo hombre: ¡Viva el 1º de Mayo! ‘Viva la unión de la clase trabajadora! ‘Viva la paz! A. M. Alzina Barcelona, 26-4-1911 Núm. 476, 1 de mayo de 1911
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