1920 –  Cuestiones obreras / El sindicato de albañiles de la Casa del Pueblo – Ignacio Ferretjans

 

Anoche recibimos la siguiente carta:

 

Palma de Mallorca 7 de Julio de 1920

 

Señor Director de LA ALMUDAINA

 

Muy señor mío: El suelto que publica su diario correspondiente al día de ayer del Sindicato Único Regional de Albañiles y firmado por Antonio Salvá Covas contiene conceptos y acusaciones tan graves para mí, y para la Sociedad de albañiles de la Casa del Pueblo, que me obligan a molestarle nuevamente, suplicándole la inserción de las presentes líneas:

 

En dicho suelto se afirma que los albañiles de la Casa del Pueblo pidieron a los patrones, del ramo, la expulsión de las obras de todos los albañiles que no pertenecen a dicha Casa del Pueblo con el fin, dice el autor, de dejar sin trabajo a los socios del Sindicato Único Regional, lo que califica de herodiada y de criterio regresivo prodigando alabanzas a los patronos por haber rehusado dicha petición.

 

Niego rotundamente que los albañiles de la Casa del Pueblo solicitaran tal cosa de los patronos y sí únicamente el reconocimiento de la sociedad y delegado por cada patrono, norma que hemos aprendido del sindicalismo y que según parece a los sindicalistas de por acá, siempre contradictorios de sus principios, no les gusta verlos puestos en práctica. Por consiguiente, reto a ntonio Salvá Covas a que presente con datos precisos la acusación que hace, pues de lo contrario tendré derecho a llamarle un calumniador.

 

En cuanto al horror que siente el Covas por la tiranía y vandalismo que atribuye a los elementos de la Casa del Pueblo es cosa que hemos leído muchas veces en los periódicos amarillos, pero nosotros no hemos heredado todavía, ni pensamos hacerlo, la tiranía y el vandalismo que ciertos elementos no querían importar de Cataluña y que consiste en convencer a los obreros, y a los patronos, con el cañón de la browing, sistemas éstos que hemos rechazado siempre con gran disgusto del propio Salvá Covas y de sus adláteres.

 

Gracias, señor Director, y dispense que por esta y última vez le haya molestado en asunto tan enojoso.

 

Ignacio Ferretjans

 

La Almudaina

8 de julio de 1920